¿Cristobal Colón era judío?

Por Redacción, Veracidad News

¿Qué nos han enseñado en la escuela? Ah sí, ya, que en el año 1492 un hombre llamado Cristóbal Colón, buscaba hallar nuevas rutas marítimas hacía India, para así reducir el tiempo de navegación, que ese viaje fue auspiciado por los reyes de Aragón y Castilla, y que fue a bordo de tres embarcaciones tipo calavera cuyos nombres eran: La Niña, la Pinta y la Santa María.

Pero ¿Qué pasaría si le decimos que la historia realmente no sucedió así, y que descubrir nuevas rutas comerciales no fue el motivo principal por lo que este hombre judío de nacimiento salió en busca de nuevas tierras?

La historia realmente inicia mucho tiempo atrás, en el siglo IV, cuando el emperador Constantino establece el cristianismo dogmático como la religión de Roma, al ser un decreto de estado, con parámetros establecidos en los concilios de Nicea y aceptados por el gobierno del antes mencionado, cualquier otra forma de cristianismo no solo era rechazado, sino considerada herejía. Desde entonces la persecución a los creyentes sustentados en las raíces hebreas sería cruel y despiadada.

Para el final del siglo XV, tiempo en el que Cristóbal Colón emprendió su viaje, había un grupo étnico viviendo España conocido como judíos sefardís, quienes además de cargar con el estigma de según la iglesia católica ser quienes habían matado al Mesías, también lo hacían con el hecho de ser considerados herejes o marranos como les decían, dentro del reino de Aragón y Castilla, ahora unido por matrimonio entre las casas reales. La unión de estos reinos daría origen a lo que hoy conocemos como España, y con ello el florecimiento de un horrible hoyo negro en la historia, llamado Inquisición.

En Languedoc, situada en el sur de Francia, territorio dominado por los Cataros, se originó una de las instituciones más nefastas y destructoras de toda la historia de la humanidad, se le conocía como la Santa Inquisición, aunque todos sabemos bien que de santa no tenía absolutamente nada, este organismo era el conjunto de varias entidades dedicadas a la supresión de cualquier forma de herejía en el seno de la iglesia católica. Inicialmente en el año de 1184 o finales del siglo XII cuando se forma, solo aplicaban sanciones de tipo administrativas, llamados de atención y algunas vergüenzas públicas, pero era todo.  Pero en el siglo XII, Aragón se convirtió en el primer territorio en hacer de la Inquisición una organización estatal, autorizando a cada provincia a ejercer los correctivos necesarios -incluyendo la tortura- para castigar a aquellos que comentan herejía en el seno del catolicismo. Estas prácticas serían llevadas a todo lo que después se llamaría España, cuando Felipe se casa con Isabel de Castilla.

Para darle peso a esta infame institución en 1249 a través de la Bula Ax Extirpanda, el papa Inocencio IV, aprueba desde Roma el uso de la tortura para corregir la insurrección y la herejía dentro de los dominios de la iglesia católica. Esta práctica espantosa se llevó a cabo en España hasta el siglo XIX, concluyendo en 1821, y por supuesto viajó a toda Europa, parte de África, Oriente, y América.

Bien al ser Europa asediada por estos perseguidores, los judíos, sobre todo los que vivían en España estaban en búsqueda de una oportunidad de escape, y como en los tiempos de Ester, un rey había decretado el exterminio del pueblo del Señor.

El 31 de marzo de 1492, el rey Fernando y la reina Isabel decretaron la expulsión de los judíos de España. El edicto estaba dirigido a los 800.000 judíos que no se habían convertido y les daba un plazo de cuatro meses para hacer las maletas y marcharse.

Los judíos que, obligados, renunciaron a su fe y se convirtieron al catolicismo se llamaban “conversos”. También hubo unos que fingieron haberse convertido y practicaban externamente el catolicismo, pero ocultamente seguían las prácticas judías. Eran los llamados “marranos”.

Decenas de miles de judíos sefardíes fueron torturados por la Inquisición española. Fueron presionados para dar los nombres de sus familiares y amigos, que luego eran amarrados a estacas y quemados vivos. Sus tierras y posesiones eran luego divididos por la Iglesia y la Corona.

Es así como NO auspiciado por los reyes de España como nos han enseñado falsamente, sino por un grupo de judíos adinerado, es que Cristóbal Colón y cientos de miles de judíos -no presos, ni malhechores, como nos han dicho en los libros- salieron de España a bordo de embarcaciones hacía lo desconocido. Terminado en esta tierra nueva llamada, América.

Recientemente, varios investigadores españoles, como José Erugo, Celso García de la Riega, Otero Sánchez y Nicolás Días Pérez concluyeron que Colón era un judío que tuvo que renunciar a la práctica externa de su religión ante la brutal limpieza étnica que se llevó a cabo. Colón firmó su último testamento el 19 de mayo de 1506 en el que incluía cinco curiosas y reveladoras cláusulas.

Dos de sus disposiciones, entregar una décima parte de sus ingresos a los pobres y dar una dote anónima a niñas pobres. También dispuso dar dinero a un judío que vivía a la entrada de un barrio judío de Lisboa. como marca la Escritura (Deuteronomio 15:7-11/Jeremías 22:3/1Juan3:17/Isaías 1:17/Mateo25:44-46), aspecto en la que sobre todo en los judíos era muy marcado, porque llevaban varios cientos de años expatriados, situación que los arraigó y unió entre unos y otros.

Y es así como uno después de varias centurias, la historia real es contada, una nación que no era nación huye de la aniquilación hacía nuevas tierras, sin ninguna otra posesión que su fe y la esperanza en que Yahweh tenía el control de todo y haría Su voluntad