En el transcurso de un año puede ver 12 mil actos violentos y 514 mil con referencias sexuales.
Redacción, Veracidad News
Muchos son los investigadores que estudian la influencia que tiene la televisión en el desarrollo de los menores de edad, algunos refieren que en las últimas décadas la sensibilidad social de cara a la violencia se ha incrementado. También se ha demostrado que las imágenes emitidas en este medio influyen considerablemente en la conducta del individuo, sobre todo en los infantes. Recordemos lo que la Palabra de Dios dice “La lámpara del cuerpo es el ojo. Si, pues, tu ojo estuviere sano, todo tu cuerpo estará luminoso…” en Mateo 6:22-23
Hoy en día se ha incrementado el número de horas que pasa un niño frente al televisor, se ha disminuido la censura, y la presencia de violencia y contenido erótico es mayor. Estudios realizados en el 2001 demostraron que un niño pasa aproximadamente 3 horas diarias frente a la televisión, y es por ello que se calcula que en el transcurso de un año puede ver 12 mil actos violentos y 514 mil con referencias sexuales.
Los niños de 8-12 años se encuentran en una edad que se puede considerar crítica, porque no existe una clara diferencia entre lo imaginario y lo ficticio, contribuyendo a la invención, imitación, que favorece a las respuestas violentas en situaciones reales y cotidianas. Los estudios arrojan que las niñas y los niños se identifican de la misma manera para identificarse con sus personajes favoritos, cayendo en la imitación y agresión. Los niños de más pequeños en este rango de años muestran mayor identificación con las víctimas.
Por si fuera poco, los investigadores de Harvard School of Public Health en Boston, Estados Unidos, aseguran que ver televisión por más de 2 o 3 horas diarias, se asocia a un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y una muerte prematura, según los resultado. Por todo lo anterior, es de suma importancia que los padres se encuentren informados de las actividades que realizan los menores y de los programas que ven sus hijos, para ayudarlos a mantener una sana y real perspectiva de la vida.
Recordemos que la Biblia dice en Salmos 127:3 que: “Un regalo del Señor son los hijos, recompensa, el fruto de las entrañas…”
