Inyecta excremento a su hijo “para salvarle la vida”

 

Una madre en Indiana fue acusada de inyectarle materia fecal a su hijo de 15 años, a través de la bolsa intravenosa que tenía conectada el joven durante el tratamiento de cáncer que estaba recibiendo en el Hospital Riley para Niños de Indianápolis.

De acuerdo a los documentos de la Corte Superior de Marion, Tiffany Alberts, una mujer de 41 años originaria del Wolcott (Indiana) usó una jeringa para inyectarle las heces a su hijo en repetidas ocasiones, entre el 13 y 17 de noviembre, poniéndolo en una “situación que amenazaba su vida o su salud”.

La madre reclamó que con estas acciones buscaba que su hijo fuera trasladado de la Unidad de Cuidados Intensivos a otra unidad del Hospital de Riley, donde ella creía que “el tratamiento era mejor”. Con la sospecha de que alguien pudiera estar contaminando las líneas intravenosas del paciente, el personal del hospital empezó a monitorear su habitación con cámaras de vigilancia.

Las imágenes revelaron que la madre le estaba inyectando una sustancia a la línea intravenosa central. Alberts fue llevada a la Oficina de Abuso de Menores para un interrogatorio, en el que aseguró que lo que ella le estaba inyectando era agua para “limpiar la medicina que le daban a su hijo, porque lo quemaba”.

Después, admitió que le estaba administrando al joven su propia materia fecal y que guardaba las heces en una bolsa de regalos escondida en lavamanos de la habitación, desde noviembre 13. La mujer es acusada de seis cargos de agresión y uno de negligencia sobre un dependiente, lo que resultó en en serios daños corporales.

La doctora Veda Ackerman, profesora de pediatría asociada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, aseguró que su mayor preocupación es haber perdido la oportunidad de mantener la leucemia del joven en remisión. Incluso añadió que él “pudo haber muerto por cualquiera de los episodios de shock sépticos que tuvo, así como de la leucemia que padece, debido al prolongado retraso en el tratamiento”.