La función del diácono en la iglesia.

Las responsabilidades de un diácono pueden incluir hacerse cargo de tareas administrativas u organizativas, guiar y acomodar en los asientos, mantener el edificio, u ofrecerse como tesorero de la iglesia. Depende de las necesidades de la iglesia y los dones de los hombres disponibles.

REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.

En el Nuevo Testamento, la palabra generalmente traducida como “siervo” es la palabra griega diakoneo, que significa literalmente “por el polvo.” Se refiere a un asistente, un camarero, o uno que ministra a otro. De esta palabra se deriva la palabra en español diácono.

El pastor es la cabeza del liderazgo y todo se levanta y se cae en él. Su responsabilidad es total, aunque su énfasis es en lo espiritual, en la salud de la Iglesia. Por otro lado los diáconos son los líderes y siervos de la Iglesia, tanto en lo espiritual como en lo material bajo la dirección del pastor.

Las responsabilidades de un diácono pueden incluir hacerse cargo de tareas administrativas u organizativas, guiar y acomodar en los asientos, mantener el edificio, u ofrecerse como tesorero de la iglesia. Depende de las necesidades de la iglesia y los dones de los hombres disponibles.

1 Timoteo 3:8-­9 “Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.”

Sus requisitos espirituales deben ser según HECHOS 6:1-6 Ser llenos del Espíritu Santo, de sabiduría y de fe.

Y algunos de sus deberes son:

1. Ayudar al pastor en la visitación de enfermos y necesitados.
2. Ayudar al pastor en la atención de huérfanos y/o viudas de la iglesia.
3. Atender las necesidades de los pobres de la comunidad en la que se encuentra la iglesia.
4. Orar con el pastor antes de las reuniones y apoyarlo en oración constantemente.
5. Estar atentos en las nuevas personas que visitan el templo y darles la bienvenida.

El diaconado es un don y un ministerio. Sin embargo, Dios provee al diacono otros dones que pueden ayudar o enriquecer el ministerio que Dios le ha concedido.