Algunas personas disfrutan la sensación de la luz del sol que entre por la ventana al despertar por la mañana, hay quienes les gusta sentarse en el parque o la playa a leer un libro o escuchar música acompañados por los rayos solares, lo cierto es que estas sensaciones placenteras tienen más de una explicación científica.
Es estudios demuestran que el efecto del sol y la luz en los seres humanos, son factores que conllevan a mejorar el estado de ánimo y salud.
Las evidencias muestran que en los días soleados las personas tienden a ser más optimistas, se siente mejor y son más propensas a ayudar a otros, mientras que la exposición a la oscuridad o extensos periodos de días nublados, hacen que nuestras sensaciones sean menos intensas, e incluso a sentir melancolía.
La cantidad de luz afecta nuestro cerebro y nuestro cuerpo, no solo nos ayuda en la visión sino que también cumple un rol importante en el balance y sincronización de nuestro reloj biológico (ritmo circadiano) que a su vez influencia en nuestro sistema endocrino y la generación de hormonas, es así como cuando la luz es inadecuada nuestro ritmo circadiano se ve afectado, esto puede producir la poca producción de melatonina durante la noche, y con ello afectar nuestro sueño , que a su vez pueden causar cambios en el comportamiento afectando el sistema límbico el cual regula las memoria, la atención, la personalidad y la conducta.
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