Los desventurados “dioses” de Egipto

En el libro del Éxodo, Yahweh demuestra que los “dioses” de Egipto: quienes representaban el poder político y militar más grande de su tiempo, eran insignificancias vacías.

Los egipcios adoraban a miles de dioses, si bien sólo alrededor de mil 500 son conocidos por su nombre. Los antepasados hebreos del pueblo de Israel, por su parte, conocían al verdadero Señor. Debido a este contraste, durante el preludio del Éxodo sus descendientes esclavizados en Egipto fueron testigos del poder del Dios único y verdadero sobre cualquier otro.

La delimitación de los dioses y diosas de Egipto como ídolos, significaba que Israel se distinguiría de las demás naciones con respecto a quién iban a adorar. Finalmente, una vez que llegaran al Monte Sinaí en su viaje desde Egipto a la tierra prometida, irían a recibir los Diez Mandamientos en forma codificada, dos de los cuales hacen referencia a los demás dioses.

El Primer Mandamiento habla de la exclusiva relación entre Yahweh y su pueblo: «No tendrás dioses ajenos delante de mí, lo cual se menciona en Éxodo 20:3. Esto prohíbe una relación con cualquier otro dios. El Segundo Mandamiento rige contra la creación o adoración de representaciones de dichos “dioses”, ya sea que su origen sea terrestre, del mar o del firmamento. Los israelitas no habrían de crear ni postrarse ante tales imágenes o ídolos.

Otro ejemplo muy claro de idolatría fue durante la ausencia de Moisés, mientras recibía los diez mandamientos, el pueblo se corrompió ya que adoraron a un becerro de oro fundido.

Debido a que gran parte de la naturaleza es una manifestación de lo divino, quizá fue inevitable la multitud de dioses dentro de la sociedad pagana de Egipto. Sin embargo, de acuerdo al Dios creador, la dependencia en objetos de adoración que son copias del mundo creado es una búsqueda inútil. Al momento de la liberación de los hijos de Israel, Yahweh  dejó en claro la diferencia entre la adoración de lo creado y el Creador. Al traer la décima plaga final.

Éxodo 12:12: “Pues Yo pasaré esa noche por la tierra de Egipto y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como las bestias; también ejecutaré juicios contra todos los dioses de Egipto, yo soy Yahweh”.

Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.