Redacción, Veracidad News
La misericordia más grande que existe es la de Dios, al cual le pedimos para que tenga piedad de nuestros pecados y nuestras desobediencias. “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”. Efesios 2:4-5.
De acuerdo a las palabras de Jesús, el hombre debe ser misericordioso con quienes lo rodean si espera ser tratado del mismo modo. “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos”. 1 Pedro 1:3.
Cabe destacar que puede expresarse de diversas formas; ofrecer alimento, techo o ropa a los necesitados es una obra de misericordia, tanto como lo es enseñar a quienes no tengan acceso a la educación escolarizada, consolar a una persona afligida o perdonar las equivocaciones ajenas. “Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca”. Romanos 9:15.
En las Escrituras se menciona que los que desean disfrutar de la misericordia de Dios deben buscarle con una buena predisposición y abandonando sus malos caminos y pensamientos perjudiciales. “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. Hebreos 4:16.
No solo es preciso, sino propio, temerle y mostrar aprecio por sus preceptos justos; y si se desvían del proceder justo, deben confesarlo y arrepentirse con un corazón contrito. “Y su misericordia es de generación en generación a los que le temen”. Lucas 1:50.
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. Mateo 5:7.
