Mitos sobre el VIH y SIDA

En muchas ocasiones me sorprende que, viviendo en una época repleta de información, estamos tan desinformados sobre cosas muy importantes, como aquellas que están relacionadas con nuestra salud, a veces pareciera que nuestro cuerpo es un ente que nos es indiferente, ¿pero por qué esperar hasta padecer alguna enfermedad para mantenernos informadas? Por eso, hoy te cuento 5 cosas que pensabas sobre el SIDA y el VIH que NO son verdad.

El VIH no tiene qué ver con el SIDA

Es importante mencionar que una persona que padece del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), ya es portador del VIH; es decir, nadie puede padecer primero SIDA antes que VIH, ya que una es consecuencia de la otra. Según expertos de MedlinePlus, al momento de adquirir el virus, éste destruye las células vitales, conocidas como T CD4+ del sistema inmunitario, las cuales se encargan de proteger a nuestro cuerpo de enfermedades virales como la gripe; cuando el cuerpo se queda sin suficientes células, es cuando la persona padece SIDA.

En pocas palabras, digamos que el SIDA, es la etapa avanzada de alguien que padece VIH.

El SIDA es una enfermedad mortal

El VIH fue diagnosticado por primera vez en 1981, y en esa época, al tratarse de una enfermedad relativamente nueva, las personas por desconocimiento no eran atendidas adecuadamente, por lo que el número de muertes creció muchísimo, causando mucho miedo. Sin embargo, hoy en día las personas que padecen esta enfermedad pueden vivir por mucho tiempo gracias a los tratamientos que con el paso del tiempo se han ido desarrollando.

Es posible saber si una persona tiene VIH o SIDA con sólo verla

El VIH/SIDA es una enfermedad sumamente silenciosa, puesto que, al actuar en nuestro sistemainmunitario, puede presentarse en forma de una gripe simple y sus síntomas llegan a confundirse con facilidad. Por ello, lo mejor para la detección de este virus es a través de dos tipos de prueba:

  • De detección rápida: consisten en tomar un poco de fluido de las encías o una pequeña gota de sangre, los cuales se colocarán en un dispositivo para la detección del virus. En este tipo de prueba el resultado se conoce en cuestión de minutos.
  • Prueba confirmatoria: en caso de que el resultado de la prueba anterior resulte positivo, el paciente es canalizado para realizarse una segunda prueba de laboratorio que confirme el resultado.

En las pruebas confirmatorias, se realiza un conteo de células T CD4+, por lo que una persona sana, tiene entre las 800 y 1200 células, mientras que una persona con menos de 200 será no sólo diagnosticada con VIH, sino también con SIDA.

Y tú, ¿ya te hiciste la prueba?