He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora. Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.
(Salmos 123:2)
Debemos tener la mirada fija en Dios, porque Él es nuestro guía, escudo y protector en todo momento. Y un momento separados de Él no sabríamos que podría pasar.
>>>>>Dale clic a la imagen y descarga<<<<<