El 2017 será para México el preámbulo de una campaña electoral muy competida para el 2018, además tendremos ocasión de orientar y fortalecer nuestras capacidades en áreas de innovación tecnológica.
Redacción, Veracidad News
De acuerdo con los expertos de análisis mundial, para el 2017 existe una gran incertidumbre en lo que se refiere a la economía nacional e internacional, esto con relación a las políticas equivocas relacionadas con la colaboración internacional, que impiden el crecimiento equilibrado del mundo.
El desarrollo será lánguido en la mayoría de los territorios, existirán regiones en las que mantendrán el crecimiento, pero en el caso de México será de suma importancia que el vecino del norte, Estados Unidos mantenga su desarrollo por encima del 2.5%.
Hasta el momento la OCDE sostiene que la proyección global se mantendrá en con un promedio de 3.3%, de acuerdo con los impulsos provenientes de la economía asiática, por lo que también se esperan grandes sorpresas.
Se prevé una considerable inestabilidad financiera, volatilidad en los precios de las materias primas, incremento en las tasas de desempleo y una mengua en el ahorro.
La política será de gran importancia por la predisposición proteccionista que existe al cierre de políticas para la vinculación internacional, aunado a las elecciones que se celebrarán en diversos países como Estados Unidos.
Se espera movilización social además de algunos actos terrorista, aunque también este 2017 podría ser relevante para una restructuración financiera mundial.
En el caso de México no cabe duda de que se realizará una disminución del gasto público, recayendo la estabilidad en la macroeconomía, además de que la capacidad productiva en la oferta agregada permanecerá efectiva, aunque se debe considerar el endeudamiento que tienen los estados de Chihuahua, Veracruz y Quintana Roo, y los altos índices de pobreza en Zacatecas, Tlaxcala, Puebla y Oaxaca.
En lo referente a la volatilidad, los precios del petróleo, se espera que el precio por barril permanezca entre los 45 o 50 dólares en el mejor de los casos, afectando las aportaciones del gobierno federal.
Esto sería un entorno poco atractivo, según con los datos del Modelo Macroeconómico Tlacaélel, México tendría un crecimiento moderado del PIB de entre 2.3% y 2.7%, por lo que se esperarían ajustes a las tasas de interés que señalará el Banco de México, también el tipo de cambio podría estar en un promedio de entre 18.00 y 19.00 pesos por dólar.
Por su parte, Estados Unidos tiene a la puerta un proceso electoral dudoso que traería una nueva perspectiva de México, por lo que habría que ajustar la economía en diversos sectores.
La posición geopolítica de México, tiene fortalezas que debería emplear, para iniciar una promoción para una enérgica captación de inversiones de largo plazo, a la par debería apoyar una intensa campaña de turismo para incrementar los ingresos de divisas adicionales así como la inversión extranjera directa para subsanar los crecientes déficit en cuenta corriente que enfrentaríamos en corto plazo.
Fundamentalmente se debe endurecer la confianza de la población con acciones tajantes a la impunidad y una demostración inequívoca de un combate a la corrupción y a la simulación que hoy prevalece.
