Aunque a nivel terrenal el oro es reconocido sólo como un metal valioso, su significado en Las Escrituras va mucho más allá.
Entre las páginas de La Biblia se menciona en repetidas ocasiones el oro, puede ser en sentido literal o figurativo.
Su uso era muy común entre los hebreos, tanto por su valor monetario como por su significado espiritual, relacionado con nuestro Señor Yahweh.
El oro en Las Escrituras hace referencia a la divinidad, a nuestro Creador mismo, por ello La Palabra es comparada con la estima mayor que el oro.
Salmo 119-127: “Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro”, versión Reina-Valera 1960.
Con esto lo que Él Mesías nos quiere decir es que guardemos los mandamientos que es la Palabra misma, ya que ésta vale mucho más que cualquier bien material.
Asimismo, nos dice que antes de recibir cualquier cosa, debemos tomar Su instrucción, representa las ordenanzas y consejos de nuestros Padre hacías nosotros; de llevarlos a cabo, nos traerá grandes bendiciones en nuestro día a día, gracias a su sabiduría.
Proverbios 8:10-12: Recibid mi enseñanza, y no plata; Y ciencia antes que el oro escogido. Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella. Yo, la sabiduría, habito con la cordura, Y hallo la ciencia de los consejos”, versión Reina-Valera 1960.
En resumen, el oro generalmente es visto en las escrituras como una metáfora, donde se hace con la vida espiritual transformación constante.
Pero más allá del contexto económico nuestro Dios no dice que nada es más valioso que Sus Enseñanzas.
Proverbios 16:16: Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; Y adquirir inteligencia vale más que la plata”, versión Reina-Valera 1960.
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.
