Especialistas señalan que dormir poco (menos de seis horas9 puede incrementar los niveles de inflamación crónica. Esto desemboca en el endurecimiento de las arterias, altos niveles de presión arterial, derrames cerebrales y enfermedades en el corazón.
Redacción / Veracidad News
Dormir es un factor muy importante dentro de la vida diaria, pues además de que el cuerpo descansa y se renuevan energías, al dormir soñamos, y al hacerlo, se procesan todos los acontecimientos de la vida diaria, por lo que no hacerlo adecuadamente afectaría nuestro bienestar psicológico.
Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social aseguran que las necesidades de sueño varían en función de la edad. Y aunque consideran que dormir bien suele ser el resultado de tener buenos hábitos, señalan que los padres de familia deben tener presente que el dormir es la actividad diaria a la que los infantes dedican más horas, por lo que no siempre es necesario forzarlos a dormir.
Los especialistas recomiendan que los recién nacidos deberían dormir entre 16 y 19 horas al día; mientras que un bebé de entre seis meses y un año de edad puede dormir de 12 a 14 horas, mientras que sugieren que de entre un año de edad y hasta los 5 años, duerman entre 10 y 12 horas al día.
Adicionalmente, hacen hincapié en que el dormir es necesario para poner en orden los circuitos cerebrales emocionales. Pero cuando las horas necesarias no se alcanzan, el lóbulo prefrontal del cerebro, encargado de regular la actividad emocional, se bloquea, causando que las emociones actúen sin ningún control, generando reacciones de mal humor desproporcionadas ante causas insignificantes.
De esta forma, dormir poco (menos de seis horas) puede incrementar los niveles de inflamación crónica. Esto desemboca en el endurecimiento de las arterias, altos niveles de presión arterial, derrames cerebrales y enfermedades en el corazón.
Las pocas horas que ocupamos para dormir también influyen sobre los niveles de azúcar en la sangre. Si se duerme poco, es muy probable que la persona requiera de insulina para equilibrarlos.
Los especialistas del IMSS aseguran que cuando una persona no puede dormir, también se relaciona con el riesgo de sufrir obesidad, depresión, mal humor, problemas cardíacos y diabetes.
Así que ya lo saben, dormir es una necesidad básica que le permite al cuerpo descansar física y mentalmente. Durante este período, el organismo continúa funcionando de una manera distinta, recupera y procesa información valiosa que quizá olvidó cuando estaba despierto.
