Aunque todos los seres humanos somos iguales ante los ojos del Señor, las Escrituras asignan papeles específicos para cada uno.
Redacción, Veracidad News
El primer libro de la Biblia describe la creación que realizó Dios, incluidos, el hombre y la mujer; “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. Génesis 2:7.
Aunque todos los seres humanos somos iguales ante los ojos del Señor, las Escrituras asignan papeles específicos para cada uno. En el caso del hombre, en la primera epístola a los Corintios, capítulo 11, versículo 3, describe que él es la cabeza de la mujer; “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”.
Junto con esto, la Biblia dice que ellos son los líderes espirituales del hogar; “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”. 1 Pedro 3:7.
Asimismo, dentro del matrimonio, el hombre juega un papel de suma importancia debido a que debe asumir el liderazgo en la casa, pero no debe ser dictatorial, condescendiente, o con actitud de superioridad hacia la esposa, sino por el contrario debe ser de acuerdo con el ejemplo de Cristo como cabeza de la iglesia.
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra”. Efesios 5:25-26.
Sus hijos, también deben ser instruidos en el camino de Dios, bajo las ordenanzas de su progenitor; “Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)”. 1 Timoteo 3:4-5.
La disciplina, es uno de los aspectos más importantes; “Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?”. Hebreos 12:7.
Cabe mencionar que ésta, no busca solo castigar a los pequeños; por el contrario, tiene como objetivo enseñar y corregir su caminar; “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”. Proverbios 13:24.
Los infantes tienen que crecer en el camino del Señor y esa es responsabilidad de los padres; “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”. Deuteronomio 6:6-7.
Nuestro Creador nos dejó claro cual es el camino por el que debemos instruir a los más pequeños del hogar; “Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; orque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo”. Hebreos 12:4-6.