Trastornos mentales en la Biblia – Veracidad News

La Biblia se refiere a las personas que padecen trastornos mentales como lunáticos o endemoniados.

Redacción, Veracidad News

Las enfermedades mentales siempre se han relacionado con la incapacidad de poder desempeñarse en las tareas cotidianas, además de la incompetencia de relacionarse en la sociedad donde vive quien la padece.

Un trastorno neurológico, se refiere a las enfermedades que alcanzan al sistema nervioso central y periférico; por ejemplo, al cerebro, la médula espinal, los nervios craneales y periféricos. De manera que pueden aparecer la epilepsia, el Alzheimer, Parkinson, demencias, etc.

En contraparte, los trastornos mentales, son aquellos cuyas manifestaciones principalmente están en los niveles del pensamiento, las emociones o el comportamiento, los cuales causan una deficiencia funcional en la persona.

Existe una amplia variedad de los trastornos que pueden padecer los seres humanos, por lo que deberíamos estar al tanto de lo que puede conllevar nuestro estilo de vida, no solo en el plano físico, sino que en lo espiritual.

En la antigüedad se creía que la luz de la Luna o sus cambios periódicos estaban asociados con las mareas y la menstruación de las mujeres e incluso producían locura en algunas personas.

A partir del siglo XVI la Luna también sirvió para explicar cambios de humor y de ánimo, así como ciertas formas de “locura” que se presentaban a intervalos, conectadas a las fases lunares. La Luna llena se relacionó con el aumento de la criminalidad, los ataques epilépticos y las transformaciones de los hombres-lobo.

Por definición, “lunático” es una persona que tiene cambios bruscos de humor, o que en ciertos momentos se comporta como si fuera loco.

La Biblia se refiere a las personas que padecen trastornos mentales como lunáticos o endemoniados; un claro ejemplo, se describe en el capítulo 17 del libro de Mateo, versículos del 14 al 18.

“Cuando llegaron a donde estaba la multitud, se le acercó un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: Señor ten misericordia de mi hijo, porque es epiléptico y padece muchísimo; pues muchas veces cae en el fuego, y muchas veces en el agua. Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. Respondiendo Yeshúa, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuando he de estar con vosotros? ¿Hasta cuando os he de soportar? Traédmelo acá. Y reprendió Yeshúa al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedo sano desde aquella hora”.

Además en el libro de Lucas, capítulo 13, versículo 16, detalla que la enfermedad que sufría una mujer era debido a que el demonio la había puesto ahí.

“Y a esta hija de Abraham, que satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de sábado?”.

Sin embargo, a pesar de toda la influencia y poder que Satanás usa para atacar nuestra salud mental, la decisión personal es un factor importante para determinar o no el daño que el enemigo pueda hacernos.

Para ello, debemos tener una estrecha relación con Dios, debido a que él es el único que nos puede librar de todos los problemas; “Al atardecer, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los espíritus, y sanó a todos los enfermos”. Mateo 8:16.

“Y mientras se acercaba el muchacho, el demonio le derribó y le sacudió con gran violencia; pero Yeshúa reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo devolvió a su padre”. Lucas 9:42.