El cerebro humano puede “predecir” el futuro

Gracias a los resultados de un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Glasgow, se ha adquirido una mayor comprensión de los mecanismos visuales, y muestra cómo la acción de ver implica un diálogo bidireccional constante entre el cerebro y los ojos.

Movemos nuestros ojos aproximadamente 4 veces por segundo, lo que significa que nuestros cerebros tienen que procesar nueva información visual cada 250 milisegundos, y a pesar de esa alta actividad, nuestro mundo parece estable.

Si esa actividad se le aplicara a una cámara de video, la imagen parecería inestable. Los científicos dicen que la razón por la que percibimos que el mundo es estable, es porque nuestros cerebros son capaces de predecir el futuro.

En su estudio, los expertos utilizaron un proceso llamado Imágenes de Resonancia Magnética Funcional (fMRI, por sus siglas en inglés) para comprender mejor cómo el cerebro anticipa la información que verá, incluso antes de que los ojos se muevan.

Para realizar la investigación se contó con la participación de 15 hombres y 12 mujeres, con edades comprendidas entre 19 y 34 años, quienes fueron expuestos a una ilusión óptica, la cual constaba de dos cuadros parpadeantes que el observador percibía como un cuadro moviéndose entre dos ubicaciones.

Durante los parpadeos, se les solicitó a los participantes a mover los ojos. Durante todo el proceso los investigadores tomaron imágenes de la corteza visual, la parte más grande del cerebro humano, y descubrieron que la predicción del movimiento se actualizó a una nueva posición espacial junto con el movimiento ocular.

La información visual se recibe a través de los ojos y se procesa mediante el sistema visual en el cerebro. Esta información visual se conoce como “alimentación de entrada”. Al mismo tiempo, el cerebro también envía información al sistema visual, esta información se llama retroalimentación.

La Dra. Gracie Edwards, investigadora del Instituto de Neurociencia y Psicología de la UG y coautora del estudio, explica: “La información de retroalimentación influye en nuestra percepción de la alimentación de entrada, usando expectativas basadas en nuestros recuerdos de eventos perceptuales similares. La información de alimentación de entrada y retroalimentación, interactúa entre sí para producir las escenas visuales que percibimos a cada instante”.

Estos hallazgos podrían tener implicaciones e otras áreas, ya que los investigadores encontraron un mecanismo factible para la función cerebral, que puede contribuir a la computación inspirada en el cerebro y a la inteligencia artificial, así como a la investigación de los trastornos mentales.

El profesor Lars Muckli, del Instituto de Neurociencia y Psicología de la UG, comentó: “El estudio también revela el potencial de la resonancia magnética funcional para contribuir con la investigación neurocientífica, ya que brinda la capacidad de detectar una diferencia en el procesamiento de sólo 32 milisegundos, mucho más rápido de lo que normalmente se cree posible.”