6 Aspectos con los que Pablo ejercía su liderazgo.

1. La cercanía del hacia la iglesia

(1 Tesalonicenses 2:1)”Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no resultó vana.”

La primera cosa que caracteriza el estilo de Liderazgo del apóstol Pablo, era la cercanía y la transparencia, de tal forma que aunque había pasado poco tiempo en tesalónica todos los creyentes habían llegado a conocerlo de manera muy personal.

El apóstol Pablo no era un líder distante, sino que mantenía una relación cercana con ellos, trabajaba a su lado; visitaba sus casas, y se relacionaba con sus familias. Pues para ellos, Pablo no era un extraño y el ministerio que Jesús le había dejado lo ejerció a la vista de todos de manera transparente y sin nada que ocultar.

Por esta razón, al comenzar su defensa frente a las calumnias que estaban diciendo de él, ellos conocían perfectamente al apóstol lo cual apela estas calumnias y repite una y otra vez su argumento.

(1 Tesalonicenses 2:9)”Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.”

(1 Tesalonicenses 2:10)”Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros”.

Las iglesias necesitan de un líder  que se acerque a cada  personas, que tengan una relación de compartir como familia. Que sean transparentes y sobre todo que actúen con naturalidad. Conozcamos la manera de vivir de cada hermano y podamos en el amor de Cristo ayudarnos.

2. Una inquebrantable pasión por predicar el evangelio en medio de la oposición.

En (1 Tesalonicenses 2:2-1) Pablo le recuerda a los de Tesalónica les recuerde el padecimiento que sufrió, por los azotes y el encarcelamiento en el que había estado en filipos. Y no solamente el dolor físico, sino que también padeció la humillación publica y la indignidad de haber sido despreciado sus derechos como ciudadanos romanos. (Hechos 16: 11-40)

Pero esto que Pablo padeció no había frenado su determinación en predicar el evangelio en otras partes. A él no le importaba que el viento soplara y le pegara en la cara. Así que no se detuvo y siguió hasta que llego a Tesalónica. Poseía el entendimiento de que mientras predicara el evangelio se conseguiría con oposiciones, y que esto era una parte ineludible del precio  que un siervo de Dios tenia que pagar

Pablo después de lo que sufrió no reacciono como humanamente a veces lo hacemos. Sino que lejos de desanimarse continuo luchando hasta llegara Tesalónica para seguir predicando el evangelio. Aunque percibió la misma oposición no desmayo, y tuvo denuedo en Dios para hablar su palabra.

3. Las motivaciones de su predicaciones eran puras.

Pablo conocía que la cualidad principal y esencial de ser un líder cristiano, es su integridad incuestionable. Sólo de esta manera podía ganarse la confianza de los que le siguen. Por ello, su comportamiento en todas partes era correcto.

(2 Corintios 4:2) “Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.”

4. Probados y aprobados por Dios.

(1 Tesalonicense 2:4) “Sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.”

Dios había sometido a Pablo a una prueba rigorosa y él había sido hallado genuino, auténtico, por lo cual Dios había puesto sobre Pablo un sello de aprobación. Por esto es el significado de su expresión “fuimos aprobados”, la cual se usaba para describir lo que un experto en metales hacia para determinar la calidad o el peso de una moneda.

Cuando Pablo le escribía a Timoteo años después, se asombrada siempre de que Dios le hubiera tenido “por fiel” y le colocara en el puesto del ministerio depositando en él el tesoro del evangelio. (1 Timoteo 1:12). También debemos notar que esta aprobación divina no era una simple apreciación subjetiva de Pablo, sino que también otras personas habían confirmado que Dios había sido quien realmente lo señalo para este ministerio.

Ser un líder cristiano

Pablo no le interesaba solamente recibir la aprobación inicial de Dios, sino el reconocimiento del Príncipe de los pastores para una labor bien realizada en la venida de éste. Y para esto no podía “dormirse en los laureles”, tenía que justificar  la confianza que Dios había puesto al comienzo en él, realizando una obra digna y era en el ministerio, sin olvidarse que un día tenia que dar cuentas ante él.

Para evitar al final de nuestra carrera desagradables sorpresas, es imprescindible desear constantemente ser examinados por él. Así como el salmista lo expresaba:

(Salmo 139:23-24) “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.”

Pues, es importante que nosotros también podamos revisar el trabajo que estamos haciendo en el ministerio.

5. Su motivación fue agradar a Dios y no a los hombres.

(1 Tesalonicense 2:4) “… No como para agradar a los hombres, sino a Dios…”

Los que suelen ser predicadores enfrentan continuamente muchas tentaciones: ¿le gustara a la gente mi exposición? ¿les caeré bien? ¿me volverán a invitar? ¿ será que traerá remuneración?

Pablo había sentido también esta lucha dentro de sí mismo, pero constantemente afirmaba que el único interés que tenia estaba en agradar a Dios. Incluso, era consciente de lo imposible que era servirle fielmente si pensaba también complacer a los hombres.Q

(Gálatas 1:10) “Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.”

Si el interés de Pablo hubiera estado en intentar agradar a Dios y al mismo tiempo a los hombres, se habría visto en la difícil situación de estar sirviendo a dos señores.

(Mateo 6:24) “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro?”

El apóstol tenia el entendimiento  que el evangelio de la cruz que él predicaba no era popular, que le desagradaba a muchas personas, por lo que no estaban de acuerdo con él, entonces Pablo no se proponía para decirle a las personas lo que ellos quería oír, sino que predicaba lo que realmente necesitaban oír, puesto que estaban en juego el destino eterno de las almas.

6. Disposición de entrega personal a favor de los creyentes.

(1 Tesalonicense 2:8-9) “Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos. Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.”

Pablo expresa el afecto y cariño entrañable que sentía por los creyentes en Tesalónica. Entonces tal es, que en el momento cuando están separados por la oposición del enemigo, él siente añoranza y un intenso deseo de estar con ellos.

Es sorprendente como Pablo antes de su conversión, era un fariseo arrogante, orgulloso y salvaje. Sin duda alguna, Dios había hecho un increíble milagro en este hombre transformándolo por completo. Para ser un líder cristiano, que dieran un ejemplo a otras generaciones.

Entonces esta expresión de Pablo hacia los de tesalónica, es realmente el denuedo de servirle a Dios, que  ahora decía y expresaba que los amaba tanto, que no solamente deseaba compartir la Palabra con ellos, sino que todo su ser sin reservas, les amaba y deseaba compartir como en familia con ellos.

En el caso de Pablo, esto no era una declaración bonita de intenciones de lo que estaría dispuesto a hacer si llegara a ser necesario. Sino que el amor que había quedado demostrado de manera práctica por la disposición de trabajar duramente de noche y de día con el fin de evitar ser una carga para ellos, inclusive en el sentido económico.

Ser un líder cristiano verdadero es alguien que sirve y se sacrifica. Es entregar su vida para que Dios pueda depositar en su vida la capacidad de servirle fielmente y que con denuedo pueda trabajar en el ministerio rescatando almas, y que pueda sentir el dolor que Dios siente por las almas.

Hay muchas personas que necesitan de Dios, y otras que ni le conocen, es necesario sacrificar nuestro tiempo para llevar a esa personas el amor de Dios y ayudar a quienes necesiten una salida. Busca ser un líder cristiano que realmente impacte con el carácter de Cristo y las cualidades de Pablo.