El daño o destrucción de la piel y/o tejidos más profundos como el músculo y el hueso es conocido como una quemadura.
Redacción, Veracidad News
El daño o destrucción de la piel y/o tejidos más profundos como el músculo y el hueso es conocido como una quemadura. Se considerada de gravedad cuando dificulta la respiración, cubre más de una parte del cuerpo o se encuentra en la cabeza, cuello, manos pies o genitales.
Ésta, puede ser causada por agentes externos, ya sean físicos, como planchas y estufas; líquidos; aceite o agua; químicos, como ácidos y álcalis o descargas eléctricas a diferentes voltajes.
Se clasifican en tres tipos:
- Quemaduras de primer grado. Afectan la capa superficial de la piel, su curación lleva de 3 a 5 días y generalmente no produce secuelas. En su mayoría, son causadas por una larga exposición al sol, a una fogata, entre otros. Los síntomas son enrojecimiento, piel seca, dolor intenso tipo ardor e inflamación moderada.
- Segundo grado. Se produce en la segunda capa de la piel provocando ampollas, inflamación del área, coloración rosada o roja brillante y dolor.
- Tercer grado. El daño es en toda la piel, músculos, tendones, nervios y huesos. Este tipo de quemadura se produce por el contacto prolongado con elementos calientes, cáusticos o por electricidad.
En caso de presenciar un accidente de este tipo, es recomendable:
- Tranquilizar al paciente.
- Remover la ropa que no este pegada.
- Irrigar con abundante agua limpia para enfriar la quemadura.
- Cubrir la herida con algún apósito estéril húmedo y sobre este colocar un lienzo limpio y seco.
- Por ningún motivo se deben reventar las ampollas ni aplicar pomadas o ungüentos.
- Si la victima está consciente se le deben administrar abundantes líquidos vía oral.
- Trasladarla de inmediato al centro especializado.