La iglesia de Corinto

La iglesia de Corinto nació del ministerio del Espíritu Santo a través del apóstol Pablo, Silas y Timoteo en el segundo viaje misionero (HECHOS  18:1-5). Fue en la ciudad de Corinto donde Pablo durante un año y medio, convirtió a esa gente, y la iglesia de Corinto fue establecida.

REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.

La iglesia de Corinto nació del ministerio del Espíritu Santo a través del apóstol Pablo, Silas y Timoteo en el segundo viaje misionero (HECHOS  18:1-5).

Corinto era la ciudad más grande de Grecia. (Se estima que tenía 650,000 habitantes.) También era una de las ciudades más famosas de la antigüedad. Era un puerto, un centro de comercio y la capital de la provincia de Acaya. Aunque era poderosa en cuanto a su riqueza material, era también notable por su inmoralidad. De hecho, su nombre se volvió sinónimo de corrupción.

Y fue ahí en donde Dios le dijo a Pablo HECHOS 18:10 “…yo tengo mucho pueblo en esta ciudad”, por ello, durante un año y medio, Pablo convirtió aesa gente, y la iglesia de Corinto fue establecida.

La primera epístola a los Corintios revela la existencia de problemas internos en la iglesia de Corinto, tales como la disensión (caps. 1-4); incesto (cap. 5); litigios delante los incrédulos (6.1-11); fornicación (6.12-20); conflictos matrimoniales (cap. 7); idolatría con viandas prohibidas (cap. 8) y confusión en el culto de adoración (caps. 11-14). Algunos incluso estaban en peligro de negar la resurrección (cap. 15). Fue por ello que Corintio, era una iglesia con problemas.

El apóstol Pablo estaba muy preocupado porque los corintios, aquellos primeros cristianos de Corinto, a los que él amaba especialmente porque les había llevado personalmente al Señor, eran muchos de ellos personas muy influenciables e inconstantes, que fácilmente podían ser contaminados por las herejías de los falsos maestros de aquellos tiempos que se acercaban a ellos en el nombre de “Jesús”.

Por ello, Pablo les amonesta acerca del peligro de desviarse de las tres verdades de Dios: Jesús, Espíritu y Evangelio, y en su lugar recibir sus falsas contrapartidas, a saber: “Otro Jesús”; “otro espíritu” y “otro evangelio”. Según sus dos cartas a los Corintios.