El principio de la sabiduría (Santiago 3:13-18)

Hay dos tipos de sabidurías en este mundo. Existe la “sabiduría” terrenal y la sabiduría otorgada por Dios. Aunque pudieran parecer iguales, realmente esto no es así. En la Biblia dice que  la sabiduría es definida como el temor a Dios, asimismo se refiere al respeto que se le tiene al Altísimo (Proverbios 1:7).

Al respecto en libro de Santiago (Jacobo) capítulo tres habla de la sabiduría, destacando que quien es sabio y entendido debe mostrar buena conducta por sus obras en la mansedumbre de la sabiduría. Pero de tener celos amargos y ambición en el corazón no juren ni mientan contra la verdad (Santiago 3:13-14).

Lo anterior se refiere a que de ser sabios debemos hacer buenas obras con la gracia del Espíritu Santo, siguiendo a nuestro Señor, en cambio de tener malos sentimientos y un corazón lleno ambición, celos o cualquier acción que haga semejanza a las obras de la carne (Gálatas 5:16-23) no somos dignos de ser sabios ante los ojos del TododoPoderoso, por ello es deshonroso fingir y mentir que tenemos esa cualidad.

Todos aquellos de malas intenciones que creen tener mucho conocimiento realmente no son sabios, “Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, anímica, demoníaca” (Jacob 3:15).

Cabe destacar que terrenal se refiere al mundo, anímica al hombre natural y demoníaca al diablo junto con sus demonios, estos tres conceptos siempre están ligados entre sí. Dónde hay celos y ambición egoísta, allí hay desorden y toda practica vil ( Jacob 3:16).

En cambio la sabiduría que viene de la mano de Dios es pura, pacifica, comprensiva, llena de misericordia, buenos frutos y sin hipocresías, porque el fruto de justicia es sembrado en paz para aquellos fieles al Mesías que hacen el bien( Jacob 3:17-18).

Los frutos de justicia hacen referencia a todas aquellas buenas obras que hacemos para honrar y seguir el ejemplo de Jesucristo, (Juan 15:8) (Filipenses 1:11).

Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.