¿Cómo caminar en el camino de santidad?

¿Qué conecta a Dios con el hombre, al cielo con la tierra y al espíritu con la materia? ¿Existe un puente hacia Dios? ¿Hay una escalera con la que podamos subir al cielo y traer de retorno su luz a nuestras vidas? Claro que existe un puente y una escalera. La Torah.

Encontramos a lo largo de toda la escritura “Sed santos, porque yo soy santo”, si Él nos lo pide, es porque es posible, para ello nos dejó al Ruaj ha Kadosh (Espíritu de Santidad), quien nos impulsa a poner en práctica la santidad y a mantenernos en ella, creando un hábito, un estilo de vida que le agrada a Yahweh.

En el principio, el ser humano vivía santo, luz era su vestimenta, vivía una vida plena, ligado a su Creador; la muerte fue decretada luego del pecado, y ¿Por qué se vio desnudo Adán y Eva? ¿Por qué el pecado opacó esa santidad constante en la que vivían?, entendamos que sucedió.

LUZ (אור), esta luz revelaba el Alma.

Luego del pecado se quitó el א (El Alef es la presencia de Dios) obteniendo su nueva vestimenta.

PIEL (עור), esta nueva luz se oscureció y tuvo nueva vestimenta a través de la piel.

Por eso la NECESIDAD del hombre de buscar la espiritualidad y llegar a comprender qué es santidad. Muchas veces pedimos a Yahweh en oración que nos ayude a ser santos, pero entendemos como santidad algo “mágico” que desciende de los cielos y que al poseerlo nos llevará a niveles nunca antes imaginados. Pero la palabra es simple, santidad es apartarse de practicar el mal.

Isaías 35:8 “Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que Él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.” La inmundicia es un nivel espiritual donde muchos se acostumbran a vivir, es como estar en el fango y de donde el único que nos puede sacar es Yahweh. Y me hizo salir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos. (Salmo 40:2).

La palabra santo como bien sabemos es SEPARADO, ¿Qué entendemos por eso? Simple de comprender, apartarse de practicar todo lo que Yahweh llama malo y que quedó escrito en la Toráh. La humanidad apartada de la presencia de Dios, miente, engaña, pelea, grita, ve pornografía, envidia, codicia, roba, mata, en fin, no le interesa conocer a Yahweh y por ende lo que Él dejó estipulado como la manera de vivir.

¿Quieres saber cuál es la voluntad de Yahweh para ti y para mí? Romanos 12:1-2 nos aclara que su voluntad es nuestra santificación, y que hay una serie de requisitos estipulados por Él para conocerla.