Con el uso y avance de la tecnología la forma en que enviamos un mensaje, una invitación, un recordatorio o una carta se ha modificado.
Redacción, Veracidad News
El término comunicación proviene del latín “communicare” que significa “hacer a otro partícipe de lo que uno tiene”. Se entiende como el proceso por el que se transmite y se recibe la información.
Con el uso y avance de la tecnología la forma en que enviamos un mensaje, una invitación, un recordatorio o una carta se ha modificado. Expertos aseguran que nos acercan a las personas que están lejos pero nos alejan de las cercanas. ¿Realmente la tecnología ha cambiado nuestra vida y la forma en que nos comunicamos?.
Si nos remontamos al pasado y analizamos los cambios que ha sufrido la escritura a lo largo de la historia, nos daremos cuenta que todos han tenido consecuencias en las prácticas sociales.
Una de las primeras formas de comunicación fueron las señales de humo, usadas normalmente para transmitir noticias, advertir peligro o reunir a las personas. También se usaban las palomas mensajeras y más adelante el telegrama.
Posteriormente aparecieron los teléfonos de casa, los cuales permitían a dos o más personas comunicarse a pesar de estar lejos. A éstos les tomó 90 años conseguir 100 millones de usuarios y a los teléfonos móviles sólo 17.
Con su llegada, se empezaron a usar los mensajes de texto a partir de 1992; mismos que no podían exceder 160 caracteres; sin embargo, con un MMS se podían enviar imágenes, videos y audio.
Hoy en día la comunicación varía de persona a persona dependiendo de la edad, el lugar donde vive, el medio en el que convive, la escolaridad e incluso, el nivel socioeconómico al que pertenece.
Sin embargo, los medios electrónicos y, sobretodo, el uso de mensajerías como WhatsApp y las redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram, han logrado traspasar esas barreras mediante la creación de nuevos códigos de lenguaje que posibilitan la comunicación oral y escrita independientemente de las características del individuo.
Ante esto, Pedro Luis Barcia, director de la Academia Argentina de Letras, expresó: “Antes del chateo, nunca nadie había escrito tanto -digitalmente- y tan mal. No existe un lenguaje del chat, sino deformaciones de la lengua. Y, en este sentido, si impulsamos el chat como una diversión, estamos discapacitando al alumno. Con este ejercicio de balbuceo primitivo de la lengua, que hace un jibarismo de las expresiones, estamos convirtiendo al chico en un inepto expresivo y, por lo tanto, en un ciudadano de segunda en el futuro”.
Tal parece que nuestra vida “virtual” ha cobrado más importancia que la real y ésto está impactando de manera significativa la manera en que nos relacionamos con otras personas.
La comunicación es el aspecto central en una relación entre dos personas, sin embargo, los dispositivos móviles están creando una barrera que los aleja cada vez más. El ser humano es un ser sociable por naturaleza y convivir con otras personas brinda una calidez que no se compara ni con el smartphone más caro del mundo.
