Crisis política en Nicaragua.

Nicaragua cumple un año de su peor crisis sociopolítica en décadas sin encontrar una salida pacífica a través del dialogo, que, hasta ahora, más que acuerdos sustantivos, ha develado una marcada diferencia sobre conceptos de justicia y democracia. 

REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.

Nicaragua cumple un año de su peor crisis sociopolítica en décadas sin encontrar una salida pacífica a través del dialogo, que, hasta ahora, más que acuerdos sustantivos, ha develado una marcada diferencia sobre conceptos de justicia y democracia.  Un año en donde han estallado revueltas callejeras por una impopular reforma a la seguridad social.

Dicha crisis se inició con una protesta de estudiantes universitarios contra una impopular reforma al Seguro Social, aunque los expertos consideran que esto fue solo el detonante, ante un creciente descontento social hacia el gobierno de Ortega, que ostenta el poder desde 2007.

Sin embargo, ahora es ocasionada por las protestas opositoras, cuya represión dejó cientos de detenidos, muertos, una economía en caída libre y sobre todo la condena internacional, en donde el Gobierno y una alianza opositora han dejado en evidencia sus diferencias, tan extremas que han imposibilitado alcanzar un acuerdo que ponga fin a esta.

El primer intento de diálogo entre el gobierno y la oposición, con la mediación de la Conferencia Episcopal, se inició en mayo y terminó en julio, cuando la delegación oficial rechazó la demanda de la Alianza Cívica de adelantar las elecciones presidenciales previstas para 2021. Sin embargo, el diálogo permitió que un equipo de la CIDH y otro de la ONU llegaran a Nicaragua para documentar las denuncias de violaciones a los derechos humanos.

Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la represión a las protestas dejó 325 muertos y 400 detenidos, mientras que el gobierno nicaragüense reconoce 198 víctimas fatales y 340 manifestantes presos, además de pérdidas económicas por el orden de los 961 millones de dólares.

De igual manera han sido aproximadamente 62,000 personas las que han abandonado Nicaragua, y cerca de 700 permanecen en prisión durante el último año a causa de dicha crisis que vive el país.