Kusum es una viuda de 25 años de edad en India que, después de haber perdido a su esposo dos años atrás y a su hijo de 5 años en enero de 2016, fue acusada de sus muertes y casi la matan por causa de su fe. Kusum abrazó la fe en Cristo cuando era aún una adolescente. Se casó a los 16 años de edad con un fiel musulmán que enterada de su fe, prometió protegerla. Sin embargo después de casados la prohibió asistir a la iglesia.
Un matrimonio de martirio para Kusum. Después de que naciera el segundo hijo, su esposo murió por causa de una enfermedad. Siendo cristiana, Kusum fue acusada de la muerte de su esposo. Viviendo señalada por los demás, su menor hijo también muere a causa de una grave enfermedad. El sufrimiento de Kusum aumentó pero todos eran ajenos a su dolor. Su suegro se presentó en su casa con un hacha para matarla.
“Me escondí en un rincón, temía lo peor, que entrara y me matara. Lo único que podía hacer era orar. Y entonces se marchó. Sin embargo, la comunidad enterada de la muerte de mi hijo, se puso en mi contra otra vez y me vi obligada a enterrar a mi hijo yo sola”, cuenta Kusum. Lamentablemente la comunidad en la que vive Kusum es muy hostil hacia los cristianos. Nadie de su comunidad habla con Kusum.
El único privilegio que le han dado es que puede sacar agua del pozo. Sus padres la proveen de lo necesario cada día, pero es difícil aún para ellos porque tienen que viajar 30 kilómetros, pues nadie quiere darles trabajo en la zona por ser cristianos. Cada domingo, Kusum y otros cristianos caminan de 5 a 6 km hasta la iglesia. Y a pesar de todo, ella sigue fiel al Señor.
Fuente: Gaceta Crisitiana
