El libro de los Salmos escrito en su mayoría por el Rey David e inspirado por Dios, contiene en cada uno de sus capítulos, sabios consejos, llenos de profundas enseñanzas que para quienes escudriñan las Escrituras y llevan a la práctica su contenido podrán disfrutar una vida plena, llena de paz y riqueza espiritual.
La Palabra de Dios que es la Biblia nos brinda la oportunidad de enfrentar los restos del diario vivir con la guía del Señor, un ejemplo de ello es el contenido del Salmo 37, donde se nos enseña cuál es la actitud que debemos tener ante personas que tienen malas intenciones contra su prójimo.
Salmo 37:1-3 : “No te irrites por causa de los malhechores; no envidies a los que hacen el mal. Porque pronto se secan como la hierba, y como el pasto verde se marchitan. Confía en Jehová y haz el bien”, (versión Recobro).
Este versículo nos exhorta a no molestarnos por aquellos que pretenden hacernos daño, ya que por medio de sus propias obras tendrán su merecido, Romanos 2:6:
“El cual pagará a cada uno conforme a sus obras”.
Lo que debemos hacer es confiar en Dios que todo lo puede, Él nunca nos abandonará ante cualquier adversidad. El Señor dice que suya es la venganza, (Romanos 12:9).
Asimismo, este Salmo nos invita a desistir de la ira y del enojo, ya que esto sólo nos hará daño. Mientras seamos humildes podremos heredar la tierra y deleitar la abundancia de la paz, (Salmo 37:11).
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.
