Redacción, Veracidad News
El rotavirus es una infección que daña sobre todo, a los niños entre los seis meses y los dos años y se transmite por vía fecal-oral.
Este virus es muy contagioso y resistente. Las personas se pueden contagiar a través del agua, los alimentos, artículos como los juguetes o el contacto en pasamanos o picaportes.
El tiempo entre el contagio y la manifestación de la infección intestinal oscila entre dos y tres días.
Los síntomas pueden variar de un paciente a otro, siendo los más frecuentes:
- Diarreas
- Náuseas y vómitos
- Dolor abdominal
- Fiebre
Entre el 30 y el 40% de los casos presentan síntomas respiratorios. Además, las diarreas y los vómitos pueden provocar deshidratación. Esta suele precisar un tratamiento médico urgente, sobre todo, si el paciente es un niño o lactante.
El tratamiento para la infección se basa, principalmente, en tratar la pérdida de líquidos y electrolitos producida por la diarrea y los vómitos mediante soluciones orales. Los adultos que sufren una infección y manifiestan los síntomas característicos pueden compensar la pérdida de líquidos aumentando la ingesta de los mismos.
Una infección por rotavirus no se puede prevenir solo con medidas higiénicas porque el virus tiene una elevada capacidad infectante y es muy resistente, tanto a jabones como a productos desinfectantes. Aun así, se recomienda seguir una serie de medidas higiénicas, sobre todo, si se entra en contacto con personas con una gastroenteritis por rotavirus o cualquier otro germen.
Es importante lavarse las manos después del contacto con el paciente y desinfectar utensilios compartidos como la vajilla, las manijas de la puerta, los mandos de la televisión o el servicio.
