¿Alguna vez se ha preguntado si danzar en la congregación es bíblico o simplemente es producto de la carne?
Veamos, “danzar” en hebreo es Karar que significa danzar, girar, remolinear, moverse en un círculo.
En la Escritura se nos menciona varias veces que los antiguos danzaron para adorar a Yahweh, como cuando el pueblo de Israel salió en Egipto y cruzó el Mar Rojo danzaron de alegría para alabar a Dios por lo que había hecho (Éxodo 15:20).
Otra ocasión es en la que David danzó delante del Señor donde sus movimientos expresaban la entrega apasionada, sin temor ni vergüenza, simplemente se dejó ir en una alabanza de rendición y adoración al Eterno, este acto plasmaba de forma visual Deuteronomio 6:5 “Amarás a Yahweh tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu fuerza”.
Sin embargo, hay congregaciones en las que el danzar se ha convertido en un show para entretener a los hermanos, lleno de sensualidad y carnalidad, donde los participantes se vuelven el centro de atención, dejando de lado la adoración a Yahweh.
Aunque la Biblia no señala que danzar sea un mandamiento, por ser una expresión de alabanza al Señor, debe hacerse con respeto, orden y reverencia.
“Alaben el nombre de Yahweh, Porque sólo su Nombre es sublime, Su majestad es más alta que los cielos y la tierra” (Salmo 148:13).
