Ser adorador implica más cosas que solo tocar.

 

Muchas personas pueden pensar que ser adorardor es un tarea fácil, que solo consiste en tocar un instrumento o cantar. Pero… ser adorador implica muchos sacrificios y conexión con Dios.

Muchas personas piensan que ser un Adorador es cantar o tocar himnos suaves o simplemente un coro en un púlpito; para algunas otros no tan espirituales es ser un cantante religioso; pero SER UN ADORADOR; cuesta mucho, porque  para que tú adores te debes despojar de tantas cosas, pensamientos, estructuras y paradigmas establecido por años en tu vida como un canon perfecto.
Para adorar te debes quebrar, algo se debe romper en tí, te debes rendir; y la rendición no es otra cosa que decir “no puedo más”.

Te debes humillar, reconociendo tus limítaciones y decretar que donde tu no puedes, y que dependes de Dios. Ser Adorador es un estilo de vida; es determinarse a  vivir con la cultura de Dios en vez de vivir con la cultura “del mundo” que nos insiste y nos insiste para demostrarnos que hay que estar a la “vanguardia” en formas y actitudes.

El Rey David es un prototipo del Adorador por excelencia, el adoraba cuando sentía, como sentía y donde sentía, simple y llanamente porque vivía en sintonía espiritual, no se movía por lo que veía por las circunstancias, sino por sus convicciones y su fé; David Adoraba porque conocía a Su Dios; reconocía en Él cualidades más que suficientes para Exhaltarlo, honrarlo; y darle Alabanza.

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Adorar es Renunciar y hasta sacrificar lo que amas, tal como Abraham; nuestro padre de la fé; no vaciló cuando Dios le pidió su unico hijo, el que tanto anheló sino que con fé subió con Isaac (su hijo) para ofrecérselo en Adoración (sacrificio) más tras su actitud.  Quizás, más de una vez tu corazón fue roto, quebrado en mil pedazos por situaciones de la vida y esos millones de pedazos fueron juntados solo por la gracia y misericordia de Dios, que en la hora más hostil de tu quebranto has podido levantar tus manos al cielo y has gritado: yo no entiendo porque estoy sufriendo, no entiendo porque estoy pasando todo esto, no sé donde estás tú Dios en medio de mi tribulación; pero aunque yo esté pasando lo que esté pasando, te voy a Adorar, te voy a bendecir, aún en medio de la angustia. Voy a quedarme contigo. Adorarte me va a costar.
Ser Adorador es pararse y decirle a Dios lo que hoy no entiendo sé que algún día lo entenderé; pero tú estás conmigo y TODO VA ESTAR BIEN. Debes pararte aún envuelta en lágrimas, y decretar que si Dios está contigo, mientras tú lo adoras, todo va a cambiar. Tú eres parte de una generación que paga un alto precio; porque creerle a Dios y seguirle a Dios sin contaminarse.

Hoy Cuesta mucho; más Dios te vé, y eso es tu mayor respaldo. Adora a Aquel que vive por los siglos de los siglos y recibe toda su Gracia en medio tu alabanza.