Redacción, Veracidad News
La palabra “santo” proviene del griego “hagios” que significa consagrado a Dios.
En los versículos del uno al cuatro del capítulo 20 en el libro de Éxodo, se describe que la adoración es a Dios y que no debemos honrar nada fuera de él.
“Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Yahweh tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud. No tendrás otros dioses delante de mí. No te harás ídolo ni forma alguna de lo que este arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra”.
Además, que Yeshúa es el único intercesor entre el Señor y los hombres, y que la oración al padre debe ser en nombre de su hijo.
“Porque hay un solo Dios, y un solo Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Yeshúa hombre”. 1Timoteo 2:5.
El Apóstol Pablo dice: “Y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales en Cristo Yeshúa”. Efesios 2:6.
Esto es lo que en realidad significa ser santo, haber sido resucitados con él, es decir, que hemos nacido de nuevo y ahora estamos unidos al Señor.
La Biblia destaca que todo aquel que este apartado para Dios es santo, tal y como podemos ver en gran cantidad de pasajes bíblicos:
“Aconteció que Pedro, yendo por todas partes, vino también a los santos que habitaban en Lida”. Hechos 9:32.
“Saludad a todos los santos en Cristo Yeshúa. Los hermanos que están conmigo os saludan”. Filipenses 4:21.
“A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Yeshúa, los santos llamados, con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Yeshúa, Señor de ellos y nuestro”. 1Corintios 1:2.
Finalmente en el libro de Daniel se relata que serán ellos lo que tendrán el reino, “Pero recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino para siempre, sí, para siempre jamás”. Daniel 7:18.
