En muchos sentidos, lo que ocurre en los EE.UU. influye en el resto del mundo. Esto también se aplica a la cuestión religiosa, ya que gran parte de la teología que se consume tiene su origen en esta nación.
El pastor Bautista Ed Stetzer, que además de erudito, es una autor prolífico que trabaja con el ministerio Billy Graham, afirma haber identificado una tendencia preocupante. Las históricas denominaciones protestantes, si no cambia su dirección, pueden desaparecer en menos de 25 años.
La disminución del protestantismo tradicional no es nada nuevo. Esto incluye iglesias como la anglicana, luterana, presbiteriana y metodista. En los Estados Unidos, este grupo no se considera como perteneciente a la categoría “evangélica”.
La trayectoria de estas iglesias, dominadas por una teología liberal y sin énfasis en la evangelización, ha sido objeto de debate entre los investigadores durante años. Su propósito anunciado está estrechamente relacionado con la demografía.
Como la tendencia es que las personas tengan menos hijos, el crecimiento orgánico de esta línea protestante no puede realizar un seguimiento del número de miembros que muere.
Lo mismo no puede decirse de otros grupos evangélicos, especialmente los pentecostales, que todavía crecen a través de las conversiones.
En general, el cristianismo se enfrenta a una fuerte caída a medida que los estadounidenses menos se afilian a la religión. El investigador episcopal Kirk Hadaway ya había señalado que en 1998 la tendencia era que las personas se considerasen cada vez más “espirituales”, pero sin ninguna conexión con cualquier iglesia.
Ed Stetzer utilizó los datos recientemente publicados de la Encuesta Social General, hizo una proyección utilizando tasas del declive actual y prevé que si el caso no cambia dramáticamente la forma en que actúan, los nombres tradicionales de las denominaciones dejarán de existir dentro de aproximadamente un cuarto de siglo.
“Si los datos siguen mostrando el mismo patrón, los protestantes verán el número de miembros llegar a cero en 2039. Así que, si esta tendencia continúa, tendrán sólo 23 Pascuas más”, escribió en un artículo para el Washington Post.
