Dominio propio; fruto del espíritu más difícil de conseguir.

El dominio propio para un cristiano, va mucho más allá de controlar nuestro temperamento. Se trata de resistir la tentación, de no quebrantar la ley de Dios (incluyendo perder los estribos) y reaccionar ante otros sin perder el fruto del Espíritu Santo.

https://youtu.be/-JlnEIJBShk

REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.

El dominio propio o templanza, es poder, fuerza, autoridad o control que ejerce una persona sobre sí misma para hablar y accionar. Es decir, es la capacidad que tiene un individuo de controlarse o de equilibrar sus acciones y emociones.

Este es considerado en las Escrituras uno de los frutos del Espíritu Santo descritos en GÁLATAS 5:22-23.

Ahora bien, para un cristiano, esta cualidad va mucho más allá de controlar nuestro temperamento. Se trata de resistir la tentación, de no quebrantar la ley de Dios (incluyendo perder los estribos) y reaccionar ante otros de forma violenta o irracional. EFESIOS 4:26-28

Toda acción comienza en la mente y, por lo tanto, tener dominio propio implica tener control de nosotros mismos.  2 CORINTIOS 10:5 RVR60 “…llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”.

Aunque no nacemos con dominio propio, todas las personas tenemos una medida de este. Y el que no lo tiene, vive una batalla constante consigo mismo, y puede meterse en situaciones difíciles al no medir las consecuencias de hablar y/o actuar por impulso.

El dominio propio que Pedro describe en las Escrituras nos lleva al temor de Dios, y a una vida ante su rostro. Por ello, en el antiguo testamento, ya se nos había dado un sabio consejo respecto a una vida de confianza en Él. PROVERBIOS 3:5,7 RVR60 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia… No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal…”

La falta de este fruto en nuestra vida como creyentes solo demuestra que, tenemos problemas con nuestra relación con Dios, que nos falta carácter y que no estamos bien cimentados espiritualmente.

Cabe mencionar que, este fruto es uno de los más difíciles de obtener y poner por obra ya que no nace de la noche a la mañana, sino que, va a depender del amor, el temor y la vida de consagración que tengamos con Dios. Y que fuera de Él será imposible tener. GÁLATAS 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.