El amor verdadero

Según 1 CORINTIOS 13:4-8 el amor verdadero debe de ser:

  • PACIENTE: padece y soporta, resiste con entereza las debilidades y defectos de la otra persona.
  • BONDADOSO: ofrece en todo momento el bien con amabilidad y dulzura.
  • SIN ENVIDIA: no resiente ni se entristece ante el bienestar de la otra persona. Más bien se alegra y celebra.
  • NO SE ALABA EN EXCESO NI ESTÁ LLENO DE ORGULLO: no resalta sus méritos y cualidades en todo momento. No exalta sus sacrificios y esfuerzos ni menosprecia a la otra persona.
  • NO ES RUDO: no es descortés, violento o grosero, sino que entiende y considera los sentimientos y el bien del otro.
  • NO ES EGOÍSTA: no demanda sus derechos ni exalta su propio interés. Presta atención y cuida los intereses de la otra persona.
  • NO SE ENOJA FÁCILMENTE: no pierde el control ni se ofende con facilidad.
  • NO GUARDA RENCOR: no mantiene en su mente y corazón los errores y ofensas que, a su entender, ha cometido el otro.
  • NO SE DELEITA EN LA MALDAD, SINO QUE SE REGOCIJA CON LA VERDAD: no se alegra cuando la persona amada comete un error. Se regocija cuando actúa con rectitud y corrección. Busca la verdad y actúa.
  • TODO LO DISCULPA: perdona y no anda difundiendo las faltas de la otra persona. Intenta entender los motivos.
  • TODO LO CREE: confía en la bondad y los buenos motivos de la otra persona a menos que haya evidencia irrefutable de lo contrario.
  • TODO LO ESPERA: tiene esperanza y es optimista. Confía en las promesas de Dios y está dispuesto a esperar para ver los cambios y las bendiciones anheladas.
  • TODO LO SOPORTA: persevera y permanece con paciencia en medio de las pruebas y dificultades. No es pasivo sino activo; busca soluciones a los conflictos junto a la otra persona.
  • NUNCA SE EXTINGUE: No termina, no tiene fin, no se acaba. Es eterno.