El perdón como agente liberador.

El perdón se suele considerar un valor humano. Y puede servir, por un lado, al ofensor para liberarse de la culpa y, por otro lado, para que el ofendido se libere de posibles sentimientos de rencor.

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REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.

La naturaleza misma de Dios es el amor, por ello, nos concibió con esa condición: la de poder amar y ser amados. Sin embargo, el pecado nos lleva a cuidar y alimentar el odio. La falta de amor es una atadura en nuestra vida que aprovecha satanás para traernos enormes problemas, a nivel espiritual y físico.

Ahora bien, es solo con el poder de Dios que no solo escogemos perdonar, sino que logramos perdonar.

La palabra perdonar se compone de dos partes:

  1. Prefijo “per”, el cual, indica consistencia (muchas veces – continuamente) e intensifica al verbo que lo acompaña.
  2. Verbo “donare”, que significa dar, regalar o donar.

El perdón es la voluntad sincera y amorosa de eliminar respuestas destructivas causadas por pensamientos y sentimientos negativos hacia quienes han infringido una ofensa o un mal acto en contra nuestra, renunciando ante todo al deseo de venganza. Esto de manera constante.

Se suele considerar un valor humano. Y puede servir, por un lado, al ofensor para liberarse de la culpa y, por otro lado, para que el ofendido se libere de posibles sentimientos de rencor.

Cabe mencionar que, el perdón no siempre implica que el ofensor no tenga que compensar de algún otro modo su error.

Perdonar nos permite liberarnos; si no perdonamos no olvidamos y si no olvidamos no podremos vivir en paz, y sin paz nuestro amor no fluirá. Este nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo.

Es una parte central del evangelio, y a veces es bueno tener un recordatorio de las promesas realmente sorprendentes que Dios da respecto a esto.  Jesús usó esta comparación al enseñar a sus discípulos a orar: LUCAS 11:4 “Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben”. De igual manera, en la parábola del esclavo que no mostró misericordia, Jesús explicó que el perdón es como la cancelación de una deuda (MATEO 18:23-35).