Si padeces demencia, especialmente si eres anciano, o una enfermedad mental, lo mejor es que no te ingresen en los Países Bajos o cualquier día no te despiertas.
Eso le sucedió hace unos meses a una anciana que sufría demencia. Al ser cuestionada tiempo atrás, comentó que estaba dispuesta a acabar con su vida, pero todavía no.
Sin embargo, en un momento dado, cuando la cuidadora creyó que había llegado ese momento, avisó al doctor que la drogó y posteriormente le dio la inyección letal. El caso está bajo investigación policial.
Ese es el temor de muchos ancianos y enfermos holandeses que desde que se aprobó la eutanasia en su país, han huido a países fronterizos para seguir viviendo sin miedo a que les maten.
Y esa es la situación que ha llevado a Berna van Baarsen, especialista en ética médica, y defensora de la eutanasia, a renunciar a su cargo como reguladora de uno de los cinco comités regionales de evaluación de Holanda establecidos para supervisar la provisión de eutanasia.
Con este paso, ya son dos las personas que han renunciado a su cargo, tras la deriva de la aplicación de la eutanasia en Holanda.
En 2014, el profesor Theo Boer renunció tras advertir a los parlamentarios británicos de no seguir el ejemplo holandés y pedirles que votaran en contra del proyecto de muerte asistida de Lord Falconer.
En este caso, Berna van Baarsen ha afirmado que no podía apoyar “un cambio importante” en la interpretación de la ley de eutanasia de su país para respaldar la administración de inyecciones letales a un número cada vez mayor de pacientes con demencia.
Como ella misma ha explicado, cada vez es más frecuente que se practique la eutanasia a pacientes con una capacidad mental fluctuante, lo que ha provocado que se haya multiplicado por cuatro el número de casos de eutanasia entre pacientes con enfermedades mentales en los últimos cinco años.
Según la ley holandesa la eutanasia se puede practicar a enfermos mentales que hayan dejado “una declaración escrita pidiendo que se acabe con su vida”, y sin embargo se está sustituyendo esa premisa por una petición oral “por parte de pacientes incapacitados con una demencia avanzada”, ha afirmado van Baarsen.
Además de saber “cuál es el momento adecuado” para practicar la eutanasia a “un enfermo que a veces reconoce a sus seres querido y otras veces no”, también es muy difícil determinar cuándo padece un sufrimiento insoportable, ha manifestado Berna van Baarsen.
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