Exclusión social

Una investigación realizada por científicos de dos universidades norteamericanas han descubierto que la exclusión social ocasiona cambios en el cerebro y que estos cambios cerebrales provocan a su vez incapacidad de decisión y una disminución de la capacidad de aprendizaje.

Investigaciones anteriores ya habían constatado que cuando un ser humano está socialmente aislado, deja de tener un comportamiento “normal”.

Estudio con 30 mujeres

Los participantes en este estudio fueron 30 mujeres estudiantes de
psicología en la universidad de Georgia. A cada una de ellas se le
pidió que completaran un cuestionario escrito sobre personalidad.

A las demás se les dio una respuesta más neutral a partir de la supuesta revisión de sus cuestionarios. Según Campbell, se les presentó a las participantes 180 problemas mientras se medía la velocidad con la que éstas identificaban las respuestas como correctas
o incorrectas, y los resultados fueron sorprendentes.

Resultados sorprendentes

Los datos de la MEG revelaron que la actividad cerebral de aquellas
participantes que habían sido socialmente “excluidas” tras el
cuestionario era claramente distinta a la de las demás participantes en las regiones cerebrales occipital, parietal y de la corteza prefrontal.

Asimismo, la exclusión social también había afectado a su rendimiento en la resolución de las cuestiones matemáticas, en comparación con el resto. De hecho, tardaban entre 100 y 300 milisegundos más que las otras en responder. De ambas comprobaciones se infiere que la exclusión social realmente afecta al funcionamiento neuronal.

La corteza parietal está relacionada con la atención, la corteza prefrontal ayuda al funcionamiento ejecutivo en procesos como la memoria activa y otros comportamientos que sustentan el auto-control. Por tanto, existe un vínculo entre el aislamiento, la actividad cerebral y el rendimiento o comportamiento humanos.”