Familia en Etiopía víctima de extremistas a causa de su fe

Dolida por la pérdida solo atinó a exaltar el nombre de Dios. “Le doy las gracias al Señor por habernos salvado la vida. No podemos quejarnos por la pérdida de las cosas materiales”, dijo Tutu*. La casa y los cultivos de Tutu, una viuda cristiana, y su hijo Biruk*, fueron quemados en una comunidad estrictamente dominada por los musulmanes, en el estado de Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur, en el suroeste de Etiopía.

Todas las habitaciones de la casa excepto una fueron destruidas por completo y perdieron la mayor parte de sus pertenencias, incluyendo ropa, sábanas, muebles, menaje, comida y dinero. La familia, que se convirtió al cristianismo desde el islam, ha sufrido mucho a manos de los extremistas debido a su conversión.

Después de que el esposo de Tutu muriera hace 18 meses, los musulmanes locales mostraron su ira exhumando el cuerpo de Haile y arrojándolo junto a uno de los caminos de la aldea. La situación es difícil para Tutu, pero ella no ha perdido las esperanzas y continúa aferrándose a su fe, el sostén de su vida.

Las autoridades locales han intervenido, pero a Tutu y a su hijo les ha llevado mucho tiempo recuperarse del impacto traumático de los sucesos. Además, en enero de este año otro hombre de la aldea agredió a Biruk y le dijo que seguiría causándoles problemas hasta que él y su madre volvieran al islam.