Los tipos de celos y su anatomía

Celos. Todos los hemos sentido alguna vez con mayor o menor intensidad e, igualmente, hemos podido ser víctimas de esas personas que ponen en nosotros sus miras cargadas de envidia, o de sobreprotección en el caso de las parejas sentimentales.

En ocasiones sus comportamientos desmedidos pueden llegar a convertirse en una clara amenaza para nosotros. En ocasiones nos hacen caer en un abismo de control y emociones negativas que pueden afectar a nuestra integridad psicológica y personal. Los expertos suelen distinguir a las personas celosas de los llamados “celópatas”, ahí donde incluir esas personalidades que se acercan ya al plano de la enfermedad donde se esconden otros tipos de problemas.

  1. Celos infantiles

Los celos entre hermanos son muy habituales en las familias. Si bien suelen existir diferencias individuales, es común que muchos niños se sientan emocionalmente frustrados al pensar que sus progenitores prestan más atención y ofrecen más cariño a sus otros hermanos. Una situación que en ocasiones puede causar malestar y deterioro en el hogar debido a posibles comportamientos poco adaptativos o conductas agresivas, que han de tenerse en cuenta para tratar a tiempo.

En estos casos los progenitores deben saber cómo resolver estas situaciones. Es recomendable, por ejemplo, establecer un equilibrio de trato entre los hermanos, sin preferencias, alabar los aspectos positivos de los niños siempre que sea posible, aumentar las actividades en común, retirar la atención ante manifestaciones de rabietas o negativismos, responder con tranquilidad ante los episodios de celos evitando gritos o estridencias, etc.

  1. Celos laborales

Según varios estudios, casi el 40% de las personas han sufrido una situación de celos por parte de sus compañeros de trabajo en alguna ocasión. Es más, análisis recientes comentan que son las mujeres con un nivel muy alto de competitividad las que presentan mayores celos y conductas desafiantes contra otras mujeres. Si estas son además atractivas, su sensación percibida de envidia es mucho mayor.

Estas personas focalizan en los demás la responsabilidad de sus  fracasos, son incapaces de mantener un control interno sobre su propio rendimiento y ven en los demás, facultades de las que ellas carecen. No saben gestionar sus emociones, sus compañeros son rivales con cualidades y habilidades que ellos desearían tener, y que ni tan solo se plantean en desarrollar.

Sus autoconceptos suelen estar formados por un puzzle desordenado de carencias, de inseguridades y flaquezas que esconden con el desafío y la rivalidad. Una característica que, como hemos señalado, parece estar más patente en las mujeres en los contextos laborales, siendo precisamente otras mujeres el foco de sus celos.

  1. Celos de pareja

Los celos son habituales en el contexto de las parejas, se consideran normales en la medida en que ninguno de los dos se vea coaccionado o asaltado por un comportamiento desmedido o patológico. Pero en ocasiones suelen presentarse situaciones complejas donde la desconfianza empieza a ser el pilar fundamental de la relación, ahí donde aparece el sufrimiento y las primeras grietas en la pareja.

Las personas llamadas “celópatas” suelen imaginar de modo reiterativo que sus parejas las van a traicionar, buscan señales continuas de estas ideas infundadas, vigilan, persiguen y controlan, tienen un miedo obsesivo a ser abandonados.

¿Qué hay detrás de estas personalidades? Tienen una clara inseguridad en ellos mismos, poca confianza y una autoestima muy baja que les hace creer que van a ser abandonados.

Pretenden ser todo para el otro, demostrando así una falta de comprensión, confunden amor con posesión. Son otro tipo de celos diferentes de los anteriores, pero igualmente dañinos para las personas que están alrededor.

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