Medicación sin prescripción, una mala decisión

En nuestra sociedad se ha vuelto común ingerir medicamentos para tratar las dolencias leves.

Redacción, Veracidad News

Hoy en día, en nuestra sociedad se ha vuelto común ingerir medicamentos para tratar las dolencias leves; un dolor de cabeza, problemas gástricos, tos, alergias o incluso para relajarnos.

Este procedimiento, es conocido como automedicación, la cual, es la utilización de fármacos por iniciativa propia sin ninguna intervención por parte del médico (ni en el diagnóstico de la enfermedad, ni en la prescripción o supervisión del tratamiento).

Esto se ha vuelto mucho más fácil, debido a que en el mercado encontramos un sinfín de medicamentos que no requieren receta médica para su venta. Sin embargo, éstos, pueden causar complicaciones en determinados pacientes.

Entre los que se pueden comprar sin prescripción médica se encuentran:

  • Analgésicos. Las cifras disponibles sobre el consumo de estos medicamentos indican una exposición masiva de la sociedad a los analgésicos en todos los grupos de edad. Cuando se abusa de estos fármacos o se utilizan de forma indiscriminada pueden ocasionar efectos adversos graves relacionados con el aparato digestivo o el riñón.
  • Antibióticos. Comúnmente son solicitados por los propios pacientes, incluso a pesar de un diagnóstico infeccioso que no precisa de su uso. Otros reutilizan un envase o van directamente a la farmacia, piden una marca conocida y se la auto administran ellos o a sus hijos.

El consumo inapropiado de antibióticos puede provocar resistencia antimicrobiana. Es decir, los microorganismos que causan las enfermedades se fortalecen y, por ende, los fármacos pierden eficacia. Así mismo, el consumo no supervisado de los analgésicos y ansiolíticos puede causar adicción.

Además, la automedicación puede provocar intoxicación, falta de efectividad, dependencia, enmascaramiento de procesos clínicos graves y consecuentemente retraso en el diagnóstico y tratamiento.

Cuando se presenta alguna enfermedad se recomienda:

  • Acudir al médico.
  • No buscar diagnósticos ni tratamientos en internet.
  • No consumir medicamentos recomendados por otras personas, por más que hayan sido efectivos en estas.
  • Cumplir al pie de la letra el tratamiento farmacológico asignado.