Mujeres que usan uñas de acrílico podrían tener cáncer o sufrir aborto

Si te encanta ponerte uñas de acrílico es mejor que sigas leyendo, un número creciente de investigaciones médicas demuestra que los químicos en los productos para este tipo de uñas (los ingredientes que hacen que no se astillen con facilidad, que sean flexibles, sequen rápido y tengan colores brillantes, por ejemplo) ocasionan serios problemas de salud como el cáncer y hasta pueden provocar abortos.

Sin embargo, el riesgo para una típica clienta que busca embellecer sus uñas con una manicura estilo francés no es de la misma magnitud que para las manicuristas encargadas de manejar los químicos y respirar los vapores durante incontables horas, día tras día.

La preponderancia de malestares respiratorios y cutáneos entre las personas que trabajan en locales de uñas es bien conocida. Sin embargo, no hay tanta certeza en cuanto al riesgo que tienen de padecer problemas médicos más serios. Se conoce que algunos de los químicos presentes en estos productos causan cáncer; otros se han vinculado con desarrollo fetal anormal, abortos y otros daños a la salud reproductiva.

Varios estudios han encontrado que los índices de mortandad por la enfermedad de Hodgkin (cáncer en el tejido linfático), los casos de bebés que nacen con un peso inferior al promedio y el mieloma múltiple son elevados entre cosmetólogos, un grupo que incluye a manicuristas, así como estilistas y maquillistas.

Las conclusiones son más bien vagas, en parte debido a que la investigación es muy limitada. Muy pocas investigaciones se concentran específicamente en las manicuristas; se sabe muy poco sobre el verdadero grado de exposición que tienen a químicos peligrosos o cuál es el efecto acumulado en el transcurso del tiempo y si se puede hacer una conexión real con su salud.

La ley federal que regula los cosméticos tiene más de 75 años de antigüedad y no le exige a las compañías compartir información con la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (F.D.A.). La ley prohíbe ingredientes nocivos para los usuarios, pero no incluye disposiciones para que dicha entidad evalúe los efectos de los químicos antes de que lleguen a las tiendas. Los grupos pro industria han peleado por requisitos de monitoreo más estrictos.

Los voceros de la industria dicen que sus productos contienen cantidades minúsculas de químicos considerados potencialmente nocivos y que no suponen ninguna amenaza.

“Lo que escucho son insinuaciones hechas con base en las palabras ‘vinculado a’”, comentó Doug Schoon, copresidente del Consejo de Seguridad de Fabricantes de Uñas de la Asociación de Profesionales de la Belleza, quien agregó

“En lo que respecta al esmalte de uñas, no hay pruebas de daño”.Los defensores de la salud y los funcionarios están en desacuerdo, haciendo notar las pruebas acumuladas.

“Sabemos que muchos de los químicos son muy peligrosos”, expresó David Michaels, subsecretario de la Administración Federal de Seguridad y Salud Ocupacional(O.S.H.A.), misma agencia que monitorea la seguridad en los lugares de trabajo.

“No necesitamos ver el efecto en las manicuristas para saber que es dañino para los trabajadores”, añadió.

Tal era la cantidad de problemas de salud entre la mayoría de las manicuristas vietnamitas de Oakland, en California, que los trabajadores de Asian Health Services, una organización comunitaria local, decidieron investigar el caso hace una década.

“Dijimos, ‘¿Caray, pero qué está pasando en esta comunidad?’”, comentó Julia Liou, quien actualmente es directora del programa de planeación y desarrollo del centro de salud y cofundadora de California Healthy Nail Salon Collaborative.

“Estamos ante una epidemia de gente enferma”, expresó.

La organización ayudó a formar una coalición en California que presionó para que se aprobaran restricciones sobre los químicos que se utilizan en los salones de uñas, pero la industria cosmética logró detener la prohibición.

En años recientes, en vista de la creciente preocupación sanitaria, algunos fabricantes de esmalte declararon que habían eliminado de sus productos algunas sustancias sujetas a controversia. No obstante, cuando agencias gubernamentales han sometido esos productos a pruebas aleatorias, se ha demostrado que los químicos siguen presentes.

Algunos estados y municipios recomiendan a las manicuristas que usen guantes y otro tipo de protección, pero los propietarios de los salones casi siempre las disuaden de colocarse ese tipo de material. Y aunque muchos funcionarios que monitorean condiciones laborales reconocen que el estándar federal que establece cuánto pueden exponerse los trabajadores a estos químicos, debe ser revisado, aún ninguna agencia ha actuado.

Por tanto las manicuristas siguen aplicando esmalte de uñas, removiéndolo y limando uñas artificales, mientras absorben químicos que son potencialmente nocivos para su salud.