“Ningún menor de 21 años podrá pertenecer a cultos, religiones o sectas” así se proclamó la ley promovida por el parlamento de Islandia, donde este estándar de edad es la obligatoria para hacer vida en tales actividades, ya que no se les permite a los padres o responsables llevarlos a la iglesia o a una mezquita.
De igual manera, tampoco se les puede fomentar ninguna fábula de carácter religioso a la mente de los jóvenes.
Anna Einarsson, líder del grupo Mothers Against Religion (MAR) inició una campaña donde se proponía elevar la edad para el consentimiento religioso a 21; según la misma Einarsson “la religión es demasiado peligrosa para las mentes jóvenes”.
“Me enfermé y me cansé de dar la noticia y ver a la gente cometer horribles crímenes en nombre de la fé. Los Jihadistas están cometiendo actos de terror. Los sacerdotes católicos se aprovechan de los niños pequeños, igual que los televangelistas bautistas sacándole dinero a su rebaño. Me repugna. Me di cuenta que si la religión fuera como la droga, entonces mantendríamos a los niños alejados de ella, ¿no? Fue entonces cuando comencé Mothers Against Religion”.
Pese a su constante actividad contra la religión, uno de sus seguidores, el hijo de Joel Osteen, actualmente trabaja para este televangelista.
Entre religiones han dejado sus diferencias a un lado para unirse a este movimiento. “Los niños son el futuro de la única iglesia verdadera. Como un catolicismo sobrevive sin viaje de acampada sin supervisión. Nadie va a querer ser un sacerdote” dijo el obispo Patrick Coughlin.
