Durante los dos periodos del mandato de de Barack Obama como presidente de la potencia más importante del mundo, Estados Unidos, el número de personas que dicen ser religiosas disminuyó en el país, como se muestra en una encuesta realizada por el Instituto Pew Research.
“Cuando se trata de la identidad religiosa de la nación, la mayor tendencia durante la presidencia de Obama ha sido el aumento de los que dicen no pertenecer a ninguna religión”, dice el informe de investigación titulado “Cómo Estados Unidos cambió durante la presidencia de Barack Obama”.
El número de cristianos cayó y pasó del 78% al 71% de la población durante los 8 años. La mayor parte de estas pérdidas se produjo entre los adultos que se identifican como protestantes y católicos.
Pero las congregaciones evangélicas y de color se mantuvieron estables.
Según Tim Schultz, el presidente de la Asociación Primera Enmienda, la administración de Obama frecuentemente consideraba la religión como una barrera para sus objetivos políticos. “Ellos vieron la libertad religiosa como una especie de obstáculo e inconveniente en el camino hacia estos objetivos”, dijo Schultz.
