Pastores chinos ponen en riesgo su vida por compartir el evangelio

En la frontera entre China y Corea del Norte, decenas de misioneros arriesgan su vida para ayudar a las personas que están del otro lado, en su mayoría, surcoreanos.

En los últimos años, 10 misioneros han muerto en circunstancias misteriosas; en tanto que otros centenares han sido encarcelados o expulsados de China, que prohíbe el proselitismo a los extranjeros.

Una de las misioneras, afirmó haber sido monitoreada por autoridades chinas y norcoreanas, pero pese a ello asegura que ruega siempre y el estar con Dios, hace que no tenga miedo.

Los misioneros de frontera ayudan a los visitadores norcoreanos, dando hospitalidad o refugio. Algunos de ellos convertidos y más confiables vuelven a Corea del Norte para compartir lo que han aprendido, a veces llevando con ellos Biblias.

Estas personas, involucradas en la distribución de textos sagrados y en la red de Iglesias subterráneas son arrestadas o ajusticiadas. El Norte tiene 5 iglesias reconocidas por el gobierno de Pyongyang, que según los críticos, son una pantalla falsa para los turistas extranjeros.

Uno de los misioneros y pastores asesinados en circunstancias misteriosas fue Han Chung-ryeol, aniquilado a golpes de hacha en abril de 2016. En ese momento, Corea del Norte negó estar involucrada en el homicidio del pastor.

Sin embargo, si aceptaron a través de una carta a la oficina de Asuntos religiosos haber arrestado a un diácono de la iglesia de Han, y haberlo condenado a 15 años de trabajos forzados por haber conspirado junto a él para evangelizar a los norcoreanos, facilitar la deserción de ellos y subvertir el gobierno de Pyongyang.

Desde los años 90, Han se comprometió en la evangelización de Corea del Norte y había dado hospitalidad y ayuda a miles de norcoreanos, convirtiendo a centenares al cristianismo.

Veracidad News