Prácticas frecuentes de discriminación laboral en las mujeres

 

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Aunque mucho se habla del avance en materia de igualdad de género en el ámbito laboral, esta se percibe de forma casi nula tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo.

Las prácticas más comunes y nocivas para el pleno desarrollo de una sociedad carente de respeto e igualdad son:

La primera es la “brecha salarial”, esta es la más común, pues aunque se ocupen de las mismas funciones y ostenten el mismo cargo los varones reciben mayor remuneración.

Aunque la ley lo prohíbe, aún existen empleadores que se resisten a contratar mujeres, en especial recién casadas, por la alta probabilidad de que se embaracen y les tengan que otorgar los beneficios que otorga la ley.

Hablando del tema del embarazo, en algunos empleos aún se realizan pruebas de embarazo durante el proceso de selección o aun en el ejercicio de sus labores, argumentando que es para integrar al certificado médico del expediente.

Por absurdo que parezca aún existen prejuicios con los que hacen uso de condiciones indirectas para ocultar la preferencia a los varones considerándolos “más capaces” para ciertos puestos.

Cuando se habla de ascensos o altos cargos, no se considera a las mujeres para los mismos por la “hipersensibilidad femenina”, que les impide ser drásticas o firmes.

Cuando vemos acciones de este tipo y no hacemos nada al respecto por temor a represalias nos hacemos cómplices de la situación.

Según la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo, realizada por el INEGI y el Instituto Nacional de las Mujeres reflejó que del total de horas dedicadas al trabajo, pagado y no pagado, los hombres contribuyen con 40%, mientras que las mujeres con 60%. Aún falta un largo camino por recorrer para que se reconozca esta gran fuerza laboral que merece un trato digno, en México.