¿Qué dice la Biblia sobre la amistad?

Es una relación afectiva que se puede establecer entre dos o más individuos.

Redacción, Veracidad News

La amistad, es una relación afectiva que se puede establecer entre dos o más individuos, a la cual están asociados valores fundamentales como el amor, la lealtad, la solidaridad, la incondicionalidad, sinceridad y el compromiso.

La base de esta es el amor; si no se quiere a la persona de corazón, incluso como a sí mismo, no será una amistad verdadera. “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Mateo 22:39.

Esto incluye, aceptar a esa persona con sus virtudes y defectos, ya que ninguno de nosotros estamos exentos de caer en pecado; “Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. Romanos 3:12.

Aunado a esto, los amigos están en las buenas y en las malas. Se pone a prueba en las dificultades y problemas. Son amigos fieles aquellos que permanecen antes, durante y después de las tribulaciones. “En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia”. Proverbios 17:17.

Por ende, la amistad no se dice, se demuestra. Se manifiesta con hechos. Entre más amor demos, más unidos seremos con nuestros amigos. “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano”. Proverbios 18:24.

En las Escrituras se relata un ejemplo de una amistad verdadera; ésta, es la que se dio entre David y Jonatán, hijo de Saúl, que, a pesar de la persecución de su padre y de los intentos de matarlo, se mantuvo fiel a su amigo.

“Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo. Y Saúl le tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre. E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo. Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte”. 1 Samuel 18:1-4.

De eso se trata precisamente la amistad, gustar de estar juntos y defenderse el uno al otro. “Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto”. Eclesiastés 4:12.

Los verdaderos amigos son transparentes y siempre nos dirán la verdad, haciendo que nos demos cuenta de nuestras fallas con amor o amonestándonos cuando actuamos mal aunque nos duela.

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”. Juan 15:13.