¿Qué es el temor de Dios?

El temor de Dios es aquel compromiso que debemos tener como cristianos, el cual, nos con lleva a tener respeto y obediencia absoluta a Su palabra.

Para poder conocer o sentir el temor de Dios, primeramente, debemos orar y leer su Palabra 

REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL

Cuando escuchamos la palabra “temor” lo primero que se nos viene a la mente es el miedo o pavor, sin emabrgo, “el temor de Dios” es totalmente diferente, significa tener reverencia y admiración por Él al igual que obedecer Sus mandamientos.

(1ra de Juan 4:18). En el amor no hay temor. Sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.

El temor de Dios es aquel compromiso que debemos tener como cristianos, el cual, nos con lleva a tener respeto y obediencia absoluta a Su palabra. Éste nos hace ser cristianos de verdad y así conocer el amor, la paz y la prosperidad de Dios.

(Proverbios 1:7). El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

Para poder conocer o sentir el temor de Dios, primeramente, debemos orar y leer su Palabra, porque cuando logramos sentir ese temor, es Dios, quien no nos permite pecar, ya que es Él quien invade nuestra mente y nuestro ser, de manera que todo lo malo se va de nuestras vidas y corazones y solo pensamos en alabarlo y reconocer sus maravillas.

(Proverbios 15:33). El temor de Jehová es instrucción de sabiduría, y la humildad precede a la honra.

El temor de Dios no es tener miedo, en realidad es tener un anhelo de no perder ninguna oportunidad de otorgarle a Él todo lo que podemos, éste es un regalo que Dios nos hace y que traerá a nuestra vida humildad y nos enseñará a obedecerlo.

Cuando vivimos el temor de Dios, pueden pasar a nuestro alrededor muchas cosas, las cuales no lograrán perturbar nuestra paz, ya que, caminar con Él es uno de los pasos más importantes que tenemos como Cristianos para poder lograr diversas metas en nuestras vidas.

El verdadero anhelo de Dios es darnos un corazón que no se aparte de Él, tal como lo expresó en Jeremías 32:40 “Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí”.