Honrar a tu padre y a tu madre, son las palabras respetuosas y las acciones que resultan de una actitud interna de estima por su posición.
La palabra griega para honor, significa venerar, apreciar, y valorar. Honor es darles respeto, no solo por mérito sino también por rango. Además, cabe resaltar que es nuestra familia, ellos nos criaron, mostrándonos cuál camino correcto a través de valores, educación y mucho amor.
Yahweh nos exhorta a honrar al padre y a la madre. Él valora el honrar a los padres, lo suficiente como para incluirlo dentro de los 10 Mandamientos.
Éxodo 20:12: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se prolonguen sobre la tierra que Yahweh tu Dios te da”.
Tanta es la importancia de honrar a nuestros padres que es mencionado también en el Nuevo Testamento.
Efesios 6:1-3: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque es lo justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra”.
En los días del Antiguo Testamento, el hablar mal de los padres de uno o rebelarse contra sus instrucciones, resultaba en la pena capital, mientras que aquellos que honraban a sus padres eran bendecidos. Una característica de tanto, aquellos con una “mente reprobada”, como aquellos que se caracterizan por su falta de piedad en los últimos días, es la desobediencia a los padres.
Obviamente, se nos ordena honrar a nuestros padres, pero ¿cómo? Honrarlos tanto con nuestras acciones como con nuestras actitudes.
En Mateo 15:3-9, Yeshúa les recuerda a los fariseos el mandamiento de Dios de honrar a su padre y madre. Ellos estaban obedeciendo la letra de la ley, pero habían añadido sus propias tradiciones que esencialmente la anulaban. Mientras que honraban a sus padres de palabra, sus hechos probaban el verdadero motivo de su corazón. Honrar es más que un servicio de labios. La palabra honor en este pasaje es un verbo, y como tal, demanda elegir una acción correcta.
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.