Por falta de tratamiento adecuado, existe un gran riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, neurológicas y pulmonares a largo plazo, a causa de padecer ansiedad.
Redacción, Veracidad News
El ritmo de vida que tenemos ha hecho que se considere a la ansiedad como parte del diario vivir, no es que esta sea del todo mala, porque es un mecanismo que nos permite estar alerta. Pero esa no es razón suficiente para aprender a vivir con ella de forma que ocasione algún trastorno.
Muchas son las personas que no buscan un tratamiento para la ansiedad, sin saber que el padecerla durante un tiempo prolongado, trae consigo graves consecuencias físicas y psicológicas. Según los indicios, se podrá notar en donde han caído los efectos.
Los síntomas más recurrentes son: taquicardia, mareos, dificultad para respirar, sin ser alarmistas, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, neurológicas y pulmonares a largo plazo, si no se recibe el tratamiento adecuado.
Los efectos considerados a corto plazo son: dolor de cabeza recurrente, vértigos, mareos, problemas gastrointestinales, hipertensión, insomnio, dolor muscular y fatiga crónica, por mencionar algunos.
Por otra parte, las consecuencias psicológicas se escuchan un tanto más severas, pues la persona puede manifestar inseguridad y temor, volviéndose aislada, o terminar encerrada en su hogar a causa del miedo.
También existen trastornos causados por la ansiedad que son menos frecuentes, tal es el caso del trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno de pánico o las fobias.
Todo lo anterior resulta igual de grave, pues perjudica la vida social, laboral y familiar, que en muchas ocasiones desencadenan adicciones a sustancias psicotrópicas y alcohol. Todo esto en definitiva nos resta calidad de vida.
Recordemos que la Biblia nos invita recurrir a Dios “echando sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes”
