Trabajar demasiadas horas puede dañar tu salud

Cada vez son más los especialistas y expertos médicos que defienden reducir la jornada laboral no solo como forma de mejorar la propia vida personal y familiar de los trabajadores, sino a la hora de mejorar incluso su propia salud. Y es que trabajar mucho y en exceso no es en absoluto bueno para nadie, por mucho que nuestro trabajo nos encante e incluso lo hagamos por puro placer.

Así lo ha constatado un reciente estudio científico publicado en la revista científica ‘The Lancet’, según la cual las largas jornadas de trabajo podrían aumentar el riesgo de sufrir una embolia cerebral, convirtiéndose de hecho en un gravísimo peligro para nuestra propia salud.

Los estudiosos descubrieron que aquellas personas que trabajan más horas presentaban un mayor riesgo de sufrir una embolia o un ataque al corazón. Y lo constataron a partir de los datos de más de 500.000 personas, analizadas en Europa, Estados Unidos y Australia, tomando como referencia una jornada laboral media de entre 35 a 40 horas semanales (una media de entre 7 a 8 horas diarias, sin contar sábado y domingo), con el objetivo de comprobar cómo afectada a la salud el aumento de las horas laborales, sobre todo al riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Para ello cruzaron los datos de 25 estudios empleando un metaanálisis, localizando de esta manera determinadas tendencias que se hubiesen podido pasar por alto en las investigaciones llevadas a cabo anteriormente. Así pudieron investigar y estudiar la relación existente entre trabajar muchas horas y el riesgo de padecer o sufrir enfermedades cardiovasculares, y obtener resultados además con una precisión sin precedentes.

Las enfermedades que puede causar el trabajo excesivo

Como vemos, ya sobre esta cuestión han alertado muchos estudios científicos e investigaciones llevadas a cabo anteriormente. Así, por ejemplo, hace algunos años un estudio encontró que aquellos que trabajaban un mayor número de horas eran más propensos a sufrir depresión, ansiedad y estrés, afectando de forma muy negativa a su salud mental.

Pero, por otro lado, también otras investigaciones han hallado más efectos negativos, sobre todo para la salud física del trabajador y el aumento del riesgo de sufrir un buen número de enfermedades y trastornos, tales como:

  • Pérdida de memoria: causada sobre todo por el exceso de cortisol (hormona relacionada con el estrés), la cual ocasionaría un daño en zonas del cerebro directamente relacionadas no solo con la memoria sino también con el aprendizaje. Así, por ejemplo, el estrés causado por el trabajo excesivo ocasionaría una elevación del riesgo de sufrir demencia, afectando a la capacidad tanto de recordar como de adquirir un mayor número de nuevos recuerdos.
  • Síndrome Burnout: también conocido como el “Síndrome del desgaste profesional”, las personas que lo sufren debido al estrés constante y los horarios extremos comienzan a sentir que el trabajo les sobreasa, ocasionando frustración y desilusión, independientemente del esfuerzo que realicen cada día.
  • Problemas para dormir: la falta de sueño causa daños cerebrales y cognitivos, además de elevar el riesgo de sufrir determinadas enfermedades cardiovasculares, como por ejemplo la diabetes o la hipertensión.
  • Enfermedades cardiovasculares: como ya conocimos en esta nota, trabajar durante más horas de las debidas es un riesgo a la hora de sufrir enfermedades cardiovasculares, especialmente ataques cardíacos, debido al sedentarismo, a dormir menos y al estar mucho más expuestos al estrés.

Teniendo en cuenta todo lo indicado hasta estos momentos, no hay duda que se hace fundamental una ley que analizando estudios e investigaciones científicas y médicas, establezca el número de días y horas máximas de trabajo a la semana. Nuestra salud sin ninguna duda nos lo agradecerá.