El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró de su nuevo decreto sobre los refugiados y los inmigrantes cualquier mención de los cristianos. Trump había tratado de proteger al grupo en la orden anterior, impedida por la Justicia.
En el decreto aprobado el 27 de enero, el presidente impedía la entrada de refugiados sirios en los Estados Unidos, pero creó una excepción para aquellos caracterizados cristianos y pudiesen probar que fueran salvos de la persecución religiosa.
La prioridad a la hora de entrar en el territorio de Estados Unidos era para los cristianos sirios, así que el programa que autoriza la entrada de refugiados para que volviesen a operar, después de una parada de 120 días. El Secretario de Estado, en consulta con el Secretario de Seguridad Nacional, realizaría los ajustes permitidos por la ley para “dar prioridad a las solicitudes de asilo hechas por individuos por persecución religiosa”.
Ninguna de estas posibilidades estaba insertada en la nueva orden ejecutiva, que fue firmada el lunes (06), y entrará en vigor el 16 de marzo. Conforme a Examen, el texto original, se informó que el beneficio solo es concedido “donde la religión del individuo sea una minoría en el país de su nacionalidad, es decir una minoría cristiana”.
El extracto del decreto provocó fuertes críticas al presidente, que recordó los crímenes promovidos por grupos terroristas como el Estado Islámico, comentando en Twitter que “los cristianos en Oriente Medio fueron ejecutados en grandes cantidades. No podemos permitir que continúe este horror”.
