Yahweh ha mostrado favor: Ananías

 Redacción, Veracidad News

Proveniente del hebreo que significa “Yahweh ha mostrado favor o Yahweh ha sido benévolo”, Ananías fue un discípulo de Damasco, hijo de Zebedeo, el cual se caracterizó por una encomienda que le pidió el Señor.

Después del Pentecostés del año 33, se requirió un esfuerzo conjunto de los cristianos para atender las necesidades físicas de los creyentes que permanecieron en Jerusalén. Con este propósito se creó un fondo común que provenía de las contribuciones voluntarias de las personas que vendían campos o casas.

En ese momento, Ananías vendió un campo pero solo dio una parte del dinero obtenido, “Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y se reservó parte del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Mas dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó satanás tu corazón para que engañases al Espíritu Santo, reservándote parte del precio de la heredad? Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron”. Hechos 5:1-5.

Uno de los aspectos que lo caracterizó fue el llamado que recibió, “Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías, Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que reciba la vista”. Hechos 9:10-12.

Tiempo después, en una defensa de Saulo, ante judíos opositores, Ananías ordenó que se le golpeara en la cara. La reacción de este fue predecir que Dios le devolvería esa mala acción, y lo llamó “pared blanqueada”. Amonestado por esto, Saulo se excusó por no saber que el que había dado la orden de golpearlo era el sumo sacerdote, y citó Éxodo 22:28 en reconocimiento de su obligación de mostrarle el debido respeto.

Después del juicio del Sanedrín, Ananías viajó a Cesarea acompañado de ciertos ancianos y un orador público para presentar los cargos contra Saulo delante del gobernador (Hechos 24:1), y ya no se le vuelve a mencionar en las Escrituras.