La misionera Gracia Burnham comparte su testimonio

 

Tras 14 años de haber sido secuestrada junto a su esposo en Filipinas, Gracia Burnham, regresó al país que la marcó hace muchos años y dio testimonio de la conversión a Cristo de sus captores, quienes cumplen una condena en una prisión de máxima seguridad en Manila.

Gracia y su esposo Martín, fueron secuestrados junto a otros 18 cristianos en 2001, por el grupo terrorista yihadista Abu, quienes los mantuvieron como rehenes durante un año en la selva de Mindanao.

Finalmente, el ejército filipino intervino en junio del 2002 para liberar a los cristianos, pero el esposo de Gracia murió durante la operación de rescate.

A su retorno a Filipinas, aseveró que fue devastador el haber perdido a su esposo, pero milagroso, el hecho de haber recuperado la libertad.

Además informó que aprendió lo que es en Cristo y que si le preguntara a sus hijos, dirían que es otra persona, que salió diferente de la selva. Agregó: “Después de lo que pasé, vi mi pecado y mi odio a esas personas, y fue impactante. Pero cuando vi lo que realmente era, entonces aprendí acerca de la gracia de Dios en una forma totalmente nueva”.

Puntualizó que se ha enterado que algunos de los chicos que participaron en el secuestro, han enderezado su camino, gracias a una pareja de misioneros que comparten la Palabra de Dios en la prisión y hasta el momento, cuatro ex terroristas han llegado a conocer a Jesús como su Salvador.

Finalmente indicó cómo su experiencia ha influido en sus pensamientos en las misiones. “Creo que mi filosofía de las misiones es sólo amar a las personas e invitarlos a conocer a Cristo. Debemos contar nuestro testimonio de lo que Dios hizo, y cómo Dios puede trabajar en sus corazones y en sus vidas”.

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